A la par de enfrentar el pico de la contingencia sanitaria por el Covid-19, el debate que se empieza a instalar en Nuevo León es el de los plazos y los mecanismos para comenzar con la reactivación económica en la entidad y, de esta manera, mitigar las secuelas por la pandemia.
El grupo parlamentario del PRI en el Congreso local ya presentó una iniciativa para conformar un Consejo Estatal de Emergencia Económica, integrado por el gobernador, el tesorero y el titular de la Secretaría de Economía de la entidad, además de las diversas cámaras empresariales e industriales.
Algunos legisladores y alcaldes metropolitanos ya comenzaron a dar sus estimaciones para empezar con la activación empresarial incluso desde el próximo lunes 11 de mayo o a más tardar el 18 de mayo.
Mientras tanto, la Cámara de la Industria de Transformación en Nuevo León advirtió sobre la inminente reactivación del sector industrial en Estados Unidos, por lo que las empresas en la entidad deberán estar listas para seguir operando junto a las estadounidenses, y recalcó la necesidad de comenzar con una reactivación escalonada de las actividades.
Karina Barrón copia iniciativas
Quien se sintió de regreso a la escuela, y le volvió a “copiar la tarea” a sus compañeros fue la diputada de Movimiento Ciudadano en el Congreso de Nuevo León, Karina Barrón.
La coordinadora de la bancada Independiente Progresista, Claudia Tapia Castelo, presentó el mes pasado una iniciativa para reformar varios artículos de la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia del estado, esto con la intención de erradicar la violencia política de género.
Además, el principal objetivo era que estas modificaciones sirvieran para que las mujeres en la política pudieran contar con un blindaje electoral de cara la sucesión de 2021. Estas reformas fueron avaladas, por ejemplo, por María Elena Chapa, presidenta de la organización Red Paridad.
Pero ahora resulta que Karina Barrón presentó dos iniciativas para modificar la Ley Estatal Electoral y la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia del estado para que se sancione la violencia política de género. Es decir, reformas en el mismo sentido y que pretenden establecerse en cinco leyes.
No se duda del compromiso de la legisladora, quien preside la Comisión de Igualdad de Género, pero sí llama la atención que retome iniciativas, en lugar de buscar sumar con sus compañeras.
Por cierto, ninguna integrante de la organización ciudadana estuvo en la entrega de la iniciativa por parte de Karina Barrón en la Oficialía de Partes del Congreso.
