Redes de poder MTY: Emergencia en salud por contagios y en ‘nombre’ del gobernador
Entre el aumento de casos de COVID-19, que ya están por superar la barrera de seis mil contagios diarios de las diferentes variantes, y la contaminación imparable, los habitantes de Nuevo León, principalmente en la Zona Metropolitana de Monterrey, pasan por un momento difícil de salud pública. Nos dicen que existe mucha preocupación en la […]
Redes MonterreyEntre el aumento de casos de COVID-19, que ya están por superar la barrera de seis mil contagios diarios de las diferentes variantes, y la contaminación imparable, los habitantes de Nuevo León, principalmente en la Zona Metropolitana de Monterrey, pasan por un momento difícil de salud pública.
Nos dicen que existe mucha preocupación en la Secretaría de Salud, misma que se ha extendido a los funcionarios de los diferentes municipios metropolitanos, quienes están pidiendo en los comercios y negocios que ante cualquier brote de coronavirus dejen de operar.
Otra situación que se ha dejado de lado es el monitoreo de las aglomeraciones en el sistema de transporte público, una situación a la que la titular de Salud, Alma Rosa Marroquín, tendría que poner una especial atención por los contagios.
También las hospitalizaciones han incrementado en los diferentes grupos de edad. La funcionaria, sin duda, tiene mucho trabajo por hacer, no sólo por el tema de COVID-19, sino por los problemas respiratorios y el cáncer de pulmón a consecuencia de la contaminación.
En ‘nombre’ del gobernador
En donde se deben encender las alarmas es en el equipo del gobernador Samuel García, pues existen dos personas que, utilizando el nombre del mandatario, están queriendo engañar a ciudadanos.
Nos dicen que una persona de nombre Rogelio Torres Vallejo, en complicidad con un presunto empleado de la administración estatal, Jesús Hernández Guzmán, ofrecieron un trabajo editorial muy ambicioso sobre los logros del mandatario a un grupo de profesionales.
El proyecto era hacer varios libros, en tres ediciones, a lo largo del sexenio.
La ganancia era muy tentadora, más por el pago, que sería por anticipado, por lo que les requirieron diversas sumas de dinero a los interesados en participar para depositarlas en una afianzadora, dinero que les sería devuelto una vez iniciado el proyecto.
Pero este nunca arrancó, empezaron las evasivas e incongruencias y ahora los implicados se niegan a devolverles los recursos que invirtieron para trabajar en esos supuestos libros que compilarían el trabajo de Samuel al frente de Nuevo León.