La llegada del alcalde de Santa Catarina, Jesús Nava, como militante de Movimiento Ciudadano, simplemente no tuvo eco entre los emecistas, ya ni se diga a nivel nacional: ni siquiera hubo reacciones a nivel local.
Ni Dante Delgado, coordinador nacional de este partido, mucho menos los diputados federales de MC por Nuevo León como Agustín Basave o Arturo Bonifacio, le dieron la bienvenida a Nava en un comunicado oficial o con algún mensaje en sus redes.
En una de esas, en los próximas días comienzan a subir videos felicitando al edil, pero ya se vería muy forzado. De momento no se le arropó públicamente.
Y otro que también siguió el mismo camino de Nava es Baltazar Martínez, edil de Cerralvo, quien públicamente mostró su intención de dejar el PAN para vestirse de naranja, lo que representa un golpe al grupo de Raúl Gracia y Mauro Guerra.
Ya solo faltaría que el alcalde de San Nicolás, Daniel Carrillo, le dé la espalda al Grupo San Nicolás, de Zeferino Salgado.
Sin veto a corridas de toros
Al equipo jurídico del Gobierno de Nuevo León se le pasaron los tiempos. Resulta que los abogados pasaron por alto que hay plazos legales para vetar alguna ley que apruebe el Congreso local.
El gobernador Samuel García anunció que vetaría la reforma que considera patrimonio cultural inmaterial las peleas de gallos y corridas de toros, pero el término ya pasó. La reforma fue recibida el 8 de abril por el Gobierno estatal.
El artículo 17 de la Constitución establece que los abogados estatales tienen un plazo de 10 días para hacer las observaciones y regresar el dictamen al Poder Legislativo, pero no fue así. Y aunque lo hubiese hecho, los diputados podrían volver a aprobarlo y el Ejecutivo tiene que publicarlo sin que pasen más de 20 días.
El término venció el pasado 5 de mayo. ¿Entonces qué pasó realmente con el anuncio del veto?