Este fin de semana, el secretario de Salud de Nuevo León, Manuel de la O Cavazos, se lanzó contra los jóvenes.
Emitió un mensaje preguntando si vale la pena ir a una fiesta a cambio de la vida, para después enfatizar que son el grupo más vulnerable. Pareciera que las nuevas restricciones que prepara Manuel apuntan en contra de los antros, conciertos, salones y otro tipo de entretenimiento.
Pero lo que muchos ciudadanos están esperando realmente es que emita el resultado del gasto financiero que utilizó en la pandemia, pues este sólo se encuentra de manera general, sin incluir la cantidad de artículos o el costo unitario.
Los diputados locales también tendrían que pedir que esto se transparente, sobre todo por parte de Carlos Garza, secretario de Finanzas y Tesorería, del gobierno de Jaime Rodríguez Calderón.
Antes de buscar intimidar a los jóvenes, también debe informarles en qué estado están las escuelas para iniciar las clases presenciales.
En el gasto de la pandemia hay aún muchos claroscuros. Si no, basta recordar la “recaudación” por diferentes multas relacionadas con la violación de los protocolos de la pandemia, cuyo destino es muy poco claro.
PAN en modo opositor
El panismo de Nuevo León tendría que empezar a preocuparse porque su partido no cambia su estrategia de crítica contra Morena, lo que sólo lo ha llevado a perder terreno con Movimiento Ciudadano.
La postura pública del PAN en la entidad no ha sido otra más que enfocar las baterías contra el partido guinda y la pasada elección refleja que no hay resultados.
MC logró obtener la confianza de los ciudadanos de clase media y media-alta, un nicho que por tradición había sido panista. Y para preocupar aún más al panismo, está la intención del gobernador electo, Samuel García, de pintar a Nuevo León de naranja en 2024.
Nos aseguran que los estrategas del PAN parecieran haberse quedado en el pasado y siguen sin percatarse de que el electorado del PAN es el que ganó MC y ahí deberían fincar su estrategia de oposición.
El dirigente estatal, Mauro Guerra, tuvo resultados pobres: falló en recuperar San Pedro, volvió a perder Guadalupe, la gubernatura y recientemente el municipio de Vallecillo. Así no tendría ni siquiera que aspirar a coordinar a los diputados locales de la próxima legislatura.