Llama la atención que una de las últimas declaraciones de Jaime Rodríguez Calderón como gobernador de Nuevo León haya sido que no será una “piedra en el zapato” de su sucesor, Samuel García.
Pero una cosa es que se abstenga de opinar o criticar a la nueva administración estatal y otra que la herencia que deja “El Bronco” no acabe por condicionar y afectar la gestión de Samuel.
El primer mandatario local emanado de una gubernatura independiente deja muchos pendientes y, sin duda, uno de los principales será el de la deuda pública, que queda con un saldo mayor al que Rodríguez Calderón recibió de su antecesor, Rodrigo Medina, lo que ya es mucho decir.
Lo peor es que realmente no hubo grandes obras de infraestructura durante este sexenio que justificaran el endeudamiento.
Otra de las herencias que podrá ser una losa pesada para el nuevo Gobierno será el transporte público, que con todo y la Línea 3 del Metrorrey, está rebasado. Lo mismo que la crisis ambiental y la contaminación en la Zona Metropolitana.
De todos los pendientes que deja “El Bronco” seguramente estos serán los que condicionen más a la nueva administración. Por lo que Jaime Rodríguez no quedará en el olvido tan pronto.
Manuel de la O sin reflectores
Otro que también se despidió, y hasta ofreciendo disculpas por las restricciones sanitarias, fue el exsecretario de Salud, Manuel de la O, quien durante el último tramo del sexenio de “El Bronco” adquirió un importante protagonismo debido a la pandemia por COVID-19, y al que, sin duda, le pesó políticamente estar tanto tiempo en el reflector.
Pero, al igual que su exjefe, probablemente De la O Cavazos aún tenga que explicar mucho de la actuación de la administración estatal durante la contingencia, tanto del trasfondo político de algunas decisiones como las restricciones selectivas y autoritarias, hasta el manejo de los recursos para enfrentar la pandemia.
No hay que olvidar, además, su decisión unilateral de bloquear el acceso al Congreso, invadiendo atribuciones. Hay muchos legisladores que no quedaron contentos con esa decisión, y que repitieron en el Legislativo. ¿Pasarán la página?