¿Renunció por convicción o lo presionaron para renunciar? Cualquiera de las dos opciones sería creíble, pero lo cierto es que la salida de Jorge Longoria de la Agencia Estatal de Transporte era cuestión de tiempo.
El hoy exfuncionario no era bien visto ni por los transportistas, ni por los usuarios, ni por las organizaciones civiles, y hasta algunos miembros del gabinete estatal como el secretario general Manuel González sugerían su salida.
A pesar de todo esto, el gobernador Jaime Rodríguez Calderón lo sostuvo, aún en los peores momentos de la crisis del transporte público. Hace apenas unos días, “El Bronco” no solo no le aceptó su renuncia, sino que salió al paso de las filtraciones de la misma (que salieron del propio gabinete) y le dio un espaldarazo a Longoria.
Lo sorpresivo no fue su salida, después de semanas de un drama de telenovela, sino el relevo: Noé Chávez Montemayor, que nunca ha sido funcionario público.
Del nuevo director de la AET se puede decir que tiene una empresa de transporte, pero de carga, y que es ajeno a la dinámica del sistema de transporte público en general, ya no digamos al caso específico de Nuevo León, con una gran complejidad.
Las “credenciales” de Chávez, al menos las identificables son su pasión por la charrería y su vecindad con el secretario de Desarrollo Sustentable Manuel Vital.
Puede ser que sorprenda y haga un buen papel, pero no es comprensible que en un momento tan delicado para el transporte en la entidad, con los empresarios a tal grado de inconformidad, y con un sistema tan poco funcional llegue un funcionario sin la preparación adecuada.
Otra improvisación.
No se dan por enterados de la escasez
Este pasado fin de semana los regios experimentaron el principio de lo que será un verano de altas temperaturas, el termómetro registró hasta más de 40 grados celsius, y por obvias razones habrá aumento en el consumo de agua.
Si bien se alertó por esta onda de calor entre la ciudadanía, pidiendo una correcta hidratación, sobre todo en adultos mayores, niños y mascotas, lo cierto es que el Gobierno de Jaime Rodríguez, pareciera estar estático en cuanto al cuidado del vital líquido.
No se ha lanzado, como en otros años, una campaña para pedir que se cuide el agua; la empresa Servicios de Agua y Drenaje de Monterrey tampoco lo ha hecho, esto para que no vaya a ocurrir un desabasto del vital líquido como ocurrió el año pasado, donde las presas bajaron su nivel de manera alarmante.
Aunque el Congreso local apruebe en un periodo extraordinario la deuda para la construcción de la Presa Libertad, como lo anunció el coordinador de la bancada del PAN, Carlos de la Fuente, los diputados tendrían que empezar a hacer una campaña para cuidar el agua.
¿O sólo van a esperar a que se tenga una crisis de agua para criticar al Gobierno?