El alcalde de Apodaca, César Garza, parece estar muy bien “parado” en la Secretaría de Salud estatal, a cargo de Manuel de la O Cavazos.
Durante el fin de semana, Garza armó una reunión con más de 20 personas en el centro Acrópolis de Apodaca, pasando por alto los protocolos y restricciones sanitarias que ha implementado la dependencia de Manuel de la O Cavazos por la pandemia de COVID-19. Ante esto, el funcionario estatal sólo guardó silencio.
Pero eso sí, Manuel de la O sigue culpando a la mayoría de la ciudadanía del aumento de contagios de coronavirus en la entidad.
Según Manuel, la población realiza reuniones con mucha gente. De la O Cavazos no mide con la misma vara a los políticos que a los ciudadanos.
Este evento que organizó César Garza, además, también podría ya considerarse como un acto anticipado de campaña, toda vez que el edil busca la reelección.
Por cierto, César Garza comenzó una “cacería” contra la población de Apodaca, pues ahora está embargando bienes a los vecinos ruidosos. Vaya contradicción, mano dura con los ciudadanos e influyentismo para evitar ser apercibido.
Cubrebocas por ley
El Congreso local aprobó el uso de cubrebocas obligatorio para la población de Nuevo León, una propuesta de la bancada del PAN que encabeza el diputado Carlos de la Fuente.
Se realizaron modificaciones a la Ley de Salud y se establecieron de igual manera las sanciones; primero con una llamada de atención, siguiendo con trabajo comunitario y de ahí los castigos pueden llegar hasta una multa económica y prisión para quien no cumpla.
Esta reforma será un complemento al decreto que emitió el Gobierno de Jaime Rodríguez Calderón sobre el uso obligatorio de este objeto, todo con la intención de que puedan bajar los contagios por COVID-19.
Hoy se percibe mucha conciencia entre la ciudadanía sobre el uso del cubrebocas y cada vez es menos frecuente que una persona esté en el espacio público sin este artículo. No cabe duda, eso sí, de que sigue siendo un tema polémico.
Los municipios tendrán que poner bajo la lupa a sus corporaciones policiales, porque, sin duda, se podría prestar a posibles actos de corrupción por los elementos y hasta un posible riesgo de violación a los derechos humanos de los ciudadanos. Veremos cómo arte: resulta en la práctica la reforma.