En los presupuestos de egresos de los municipios de Nuevo León para 2022, que fueron presentados para su aprobación ante el Congreso local, los fondos de participaciones federales y estatales tuvieron un aumento muy considerable con respecto al año en curso.
A pesar de que van a recibir una bolsa más grande de recursos, de cualquier forma actualizaron los valores catastrales, lo que genera un incremento del impuesto predial afectando a las familias en su economía.
Pero, lo que llama mucho la atención, es la opacidad de los alcaldes al no informar que recibirán más recursos tanto del Gobierno federal, como el estatal.
La bolsa de recursos provienen del Fondo General de Participaciones, Fondo de Fomento Municipal, del Impuesto Especial sobre Productos y Servicios (IEPS), y de la partida Venta Final de Gasolina y Diesel y del Fortamun.
Por citar un ejemplo, el municipio panista de San Nicolás, encabezado por el alcalde Daniel Carrillo, recibiera mil 210 millones 234 mil pesos en 2022, cuando el año pasado sólo obtuvo mil 040 millones 606 mil pesos. Mucho de esta bolsa son recursos de libre disposición, es decir, se pueden gastar en lo que los alcaldes quieran.
Los proyectos de Barragán
El director del Sistema de Agua y Drenaje de Monterrey, Ignacio Barragán Villarreal, ha tenido una obsesión para aterrizar nuevos proyectos, una presión que ha llegado a los trabajadores de este ente público descentralizado.
Pero, nos aseguran, el problema no es en tener más proyectos, sino el descontrol y la falta de coordinación hacia el interior de esta empresa, pues aún se siguen realizando viejas prácticas, sobre todo en las subastas electrónicas inversas.
Nos mencionan que se están tomando criterios que anteriormente se aplicaban y en algunos casos descalifican a los participantes por tecnicismos sobre la declaración anual y los califican como no solventes.
Pero, al descalificar a estos participantes, la empresa pública descentralizada adjudica fallos millonarios a la propuesta más alta, por lo que llama mucho la atención la forma en la que descalifican a los proveedores. Por citar un ejemplo, en un concurso de 12 descalificaron a 10 y sólo dos aplicaron como solventes. Es momento de que Barragán Villarreal deje de pensar en proyectos y ponga lupa a las subastas electrónicas, que es donde se filtra la corrupción.