Durante el fin de semana ya se pudieron ver algunos signos de reactivación en Monterrey, la capital de Nuevo León, pues desde que el municipio autorizara a restaurantes la reapertura, con todas las medidas de prevención, los regios poco a poco comenzaron a acercarse a los locales.
Existe aún incertidumbre, pues no todos los restaurantes decidieron abrir sus puertas, y aún hay mucha reserva e incluso temor entre la ciudadanía para retomar las salidas.
Nos comentan que los inspectores municipales están redoblando esfuerzos para verificar que todas las medidas se estén cumpliendo rigurosamente pues la autoridad no quiere arriesgar ni lo más mínimo.
Es muy probable que los tapetes sanitizantes, cubrebocas, desinfección constante y el aumento en el espacio entre mesas y comensales ya sea parte de la nueva cotidianidad, al menos durante algunos meses, nos comentan.
Poco a poco se empieza a reactivar la Zona Metropolitana y la próxima semana en San Pedro, al menos, ya comenzarán a abrir los parques públicos, también con restricciones. Ahora lo que sigue es adaptarse.
¿Acto de intimidación?
La Dirección de Control e Inspección del municipio de San Pedro, a cargo de Miguel Aguillón, fue atacada el jueves de la semana pasada, nos comentan. Al parecer, varias personas violaron la puerta de acceso, a pesar de que estas oficinas se encuentran cerca de la Secretaría de Seguridad Pública.
Esta dependencia es la encargada de expedir los permisos de alcoholes, apertura de restaurantes y de verificar que los bares cumplan con el horario de venta de cerveza, entre otras funciones.
Nos aseguran que los delincuentes sacaron del cajón de la oficina del director muchos “documentos importantes”, que pudieran tratarse de varios permisos, pero lo que más se comenta es que que pudiera tratarse de un mensaje intimidatorio.
Tan existe preocupación, que se le acaban de asignar dos escoltas y una camioneta blindada a Aguillón, pues existe temor de que el funcionario municipal pueda ser agredido.
La información se ha manejado con mucho hermetismo, pero de que hay preocupación la hay.
