Javier Navarro, secretario de Gobierno de Nuevo León, no parece tener el peso que su cargo le otorga, sobre todo en momentos complicados, quizá opacado por el protagonismo de otros funcionarios. Entre sus obligaciones, que son bien remuneradas, está coordinar el gabinete de seguridad en busca de la prevención de los delitos y abatir la inseguridad.
Las muertes de María Fernanda y Debanhi Escobar son una muestra de la inseguridad. Las ejecuciones y robos, por ejemplo, van en aumento.
Además, tiene la obligación de llevar buena relación institucional, llegar a consensos y buscar soluciones con las organizaciones civiles y las protestas de colectivas de mujeres exhiben que no hay un acercamiento cordial con Navarro.
Además hay falta de presencia con el Poder Legislativo, pues, nos aseguran, ni siquiera existe un diálogo con los legisladores, quienes tampoco han tomado el papel de interlocutores.
Se enciende debate en el Congreso
El exhorto propuesto por el diputado de Movimiento Ciudadano, Carlos Rodríguez, a la Secretaría de Salud estatal, por la falta de medicamentos, ocasionó un debate ríspido en el Congreso local.
Luis Susarrey, diputado del PAN, en este punto de acuerdo, quiso escalar el conflicto y apuntarlo hacia el Gobierno federal, y bueno, Waldo Fernández, diputado de Morena, le recordó que se estaba hablando a nivel estado. El panista ya no quiso debatir con Waldo.
La diputada emecista, Sandra Pámanes, y su compañero Eduardo Gaona, continuaron con el debate criticando al Gobierno federal, y tampoco salieron muy bien librados. Waldo les recordó que para cuándo la entidad se sale del pacto fiscal y eso, al parecer, les molestó.
Tampoco es la primera vez que Gaona sale mal parado de un debate legislativo y como que de plano no es lo suyo.
De entrada, habló sin ser proactivo, le llamó la atención a la presidenta Ivonne Álvarez y quiso poner contra la pared a Waldo proponiendo extender el exhorto al Gobierno federal, pero sin duda le dieron la vuelta.