La presión en todos los frentes ejercida por diferentes actores del estado de Nuevo León y el intenso cabildeo que hubo para que el gobierno estatal siguiera recabando el impuesto de los casinos rindió sus frutos.
El día de ayer, la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación desechó los diversos amparos que se habían presentado y determinó que el Congreso local puede legislar sobre impuestos a casinos y, por tanto, a la administración estatal le corresponde cobrarlos.
Hay que recordar que no sólo el gobierno estatal, principalmente el tesorero Carlos Garza, cabildeó ante los ministros para que no declararan la inconstitucionalidad de la Ley de Hacienda del Estado de Nuevo León, vigente desde 2017, sino que los alcaldes de todos los partidos también hicieron su parte, pues al ser beneficiarios de un monto importante de este impuesto para labores de seguridad habrían sido severamente afectados.
Pero sin duda, muy importante en este esfuerzo fue la aportación de la organización Mesa Metrópoli Monterrey y particularmente de su secretaria técnica, Mayra Hernández, quien fue una de las principales defensoras de que el estado mantuviese el control de la recaudación del impuesto y su inversión en seguridad pública.
Incluso, Mesa Metrópoli Monterrey presentó un ‘amicus curiae’ ante la Corte para que en la decisión final se tomara en cuenta que en el caso de Nuevo León, la recaudación de este impuesto es clave en el financiamiento del Fondo de Seguridad Municipal.
Tendrán sombra en 20 años
El alcalde de San Pedro, Miguel Treviño, presume que sembró el primer Encino Siempre Verde de 12 pulgadas en el Parque Bosques del Valle, uno de varios que sustituirán a los 115 árboles que taló para el proyecto de remodelación de este espacio público.
Expertos aseguran que este encino tardará unos 20 años para alcanzar estabilidad y que pueda ofrecer sombra a los vecinos del sector, es decir, tendrán que esperar este tiempo para ver algún resultado.
Los propios residentes han cuestionado a Treviño la falta de información precisa y transparente para justificar los motivos que llevaron a su administración a retirar los árboles que estaban en el lugar.
Sembrar el primer encino apenas sirvió para mitigar el desgaste político que representa el malestar de la ciudadanía por la remodelación del Parque Bosques del Valle.
Además, no se entiende que el edil se enfoque en este espacio, cuando tiene cinco distritos que no llegan a los 16.2 metros cuadrados de áreas verdes por habitante, cantidad mínima recomendada por la OMS.
Muchos se preguntan, ¿cuándo atenderá este déficit?