Redes de poder: ¿Qué hacer con el PRD?

Es la pregunta que muchos se hacen en los pasillos de Acción Nacional, e incluso también del PRI, tras un análisis más a profundidad de los resultados electorales en las seis entidades que renovaron gubernatura, y es que la suma que realmente aporta a la ecuación el Sol Azteca (PRD) es mínima comparación con lo que han logrado negociar. Antes de la jornada de este domingo había un preacuerdo, nos dicen, para que el PRD pudiera llevar mano en la definición de la candidatura de la coalición para la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, pero tras lo visto, quién sabe si sus aliados quieran mantenerse. Y en una de esas las negociaciones se tendrían que retomar y hasta con nuevos interlocutores. Atentos.

Se desacreditan solos

Si bien es cierto que el PRI tiene poco que festejar tras la jornada electoral del 5 de junio, y que debe que hacer una profunda reflexión de cara a los retos que tiene por delante, la situación del partido no da para que algunos personajes quieran hacer “leña del árbol caído” según sus propios intereses personales. Todas las críticas internas son válidas, pero sin duda hay personajes que se desacreditan solos, como el exgobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz, quien sigue arremetiendo en contra de la dirigencia nacional, de legisladores y de la propia estructura, pero que tampoco ha destacado en los últimos años por sumar al partido o por sus propuestas. Eso sin mencionar que Ruiz Ortiz ya está preparando el terreno para fundar su propio partido y ya ha dado los primeros pasos oficiales en la búsqueda del registro para 2024. ¿Pues no que muy priista?

Invitación con dedicatoria

Ni un día se esperó el presidente López Obrador para “invitar” a algunos de los gobernadores que dejarán próximamente el cargo a integrarse al Gobierno federal o al servicio exterior. Tal parece que el mensaje va dirigido específicamente a dos mandatarios tricolor, a quienes, por cierto, una parte del priismo ya les anda queriendo abrir un expediente para solicitar su expulsión del partido, y eso que todavía ni hay ofrecimiento formal.