El hoy excoordinador de la Oficina de la Presidencia de la República, Alfonso Romo, ya se veía más fuera que dentro del gabinete desde hace meses, pero solo la petición del propio presidente López Obrador evitó que su salida se gestara antes. Romo estuvo en el pasado mensaje por el segundo año de gobierno e incluso señaló a su llegada que la administración “va muy bien”, pero que se tiene que hacer mucho más. El empresario ya no se encontraba cómodo con el fuego amigo entre algunos miembros del gabinete y ahora seguirá siendo un enlace con la iniciativa privada, pero de forma externa. Eso sí, Romo mantiene su presencia en la administración pues más de un funcionario federal, y algunos en puestos clave, son cercanos a él.
Muy poco margen
A unas horas de que comience el registro oficial de los y las aspirantes a la candidatura de Morena a alguna de las gubernaturas que estarán en juego el próximo año se comienzan a ver algunas secuelas del largo y conflictivo proceso para renovar la dirigencia nacional, nos comentan. Aunque Mario Delgado ha mediado para rebajar la tensión en estados como Guerrero y operó para frenar una alianza en San Luis Potosí que le hubiera sido contraproducente a su partido, lo cierto es que el tiempo ha sido corto para apagar todos los fuegos internos. Justamente mañana y el sábado, cuando se registren los interesados será un primer termómetro de la situación interna, pues a pesar de los acuerdos, se inscribirá más de un personaje cuestionable, lo que podría complicar el proceso. Atentos.
Y vendrán cosas peores
En días recientes gran parte de los museos del país comenzaron a paralizarse y no se trata por la pandemia de COVID-19 que suspendieron labores. Sino porque cientos de trabajadores, que se encuentran contratados bajo el esquema de Capítulo 3000, pararon labores, incluido homeoffice, a causa de que el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), les adeuda su sueldo desde el mes de octubre. Distintos recintos, principalmente de la Ciudad de México, anunciaron que se sumarían al paro en días siguientes si no obtienen una respuesta de la directora general del INBAL (Lucina Jiménez). Lo cierto es que con el recorte del 75 por ciento a los recursos del sector para el próximo año, las cosas se pondrán color de hormiga por lo que seguramente la parálisis continuará.