Pocas veces se viven en Nuevo León capítulos de tanta grilla como ayer, donde se involucre al presidente de la República, al gobernador y su “gallo”, y al gobierno de la capital regia.
Por algo el presidente Enrique Peña Nieto adelantó su llegada a Monterrey.
Desde anoche arribó al Hotel Quinta Real, en Valle Oriente, y casualmente, hoy en la mañana recibió al gobernador Rodrigo Medina.
Y es que pareciera que ahora sí, Peña Nieto dibujó con fuerza una línea electoral en Nuevo León.
Al menos para marcarle un hasta aquí al excesivo lucimiento a Federico Vargas, titular de la Sedesol en el estado y “delfín” del gobernador, y para exhibir a la potencial candidata del PAN a la Gubernatura.
Vargas, a pesar de ser el titular de la dependencia que construyó el centro comunitario que inauguró el presidente, fue relegado en el evento.
Lo enviaron hasta la orillita y el presidente ni lo saludó.
Luego, cuando el presidente Enrique Peña Nieto tomó la palabra, pudo ignorar el tema, pero mejor decidió exhibir a la alcaldesa panista regia, Margarita Arellanes, que no se paró en el evento celebrado en la capital regia.
Incluso, hasta el alcalde albiazul de San Pedro, Ugo Ruiz, se hizo presente en San Bernabé.
Y mientras eso ocurría en el poniente de la ciudad, en el Palacio de Monterrey Margarita Arellanes no paraba de mensajear a través de su móvil, porque seguramente le estaban informando de la exhibida que le dio el presidente Peña Nieto.
Así que la alcaldesa se inventó el rescate de un reportero, arraigado injustamente por policías ministeriales, y salió sin dar entrevistas para salvar al joven.
Una vez allá, Arellanes respondió que no fue al evento, porque no la invitaron a tiempo al evento Presidencial.
Vaya relajo a un día de abrirse el periodo electoral.
Juez Casinero entrega 1 millón Dlls
El juez suspendido por el Consejo de la Judicatura, Luis Armando Jerezano, llegó a un acuerdo con la Corte del condado de Hidalgo que levantó cargos contra él por lavado de dinero.
El juez casinero, que trató de apropiarse del centro de apuestas La Fortuna, convino con el Juzgado arreglar por la vía rápida con 1 millón de dólares, pero además sin aceptar ninguna culpabilidad.
Jerezano fue acusado de lavado de dinero luego de que la DEA detectó que junto a su esposa operó una cuenta bancaria en McAllen, Texas, donde llegó a tener cerca de 1 millón de dólares.
Dinero que le fue depositado por un operador del Cártel del Golfo, cuando esa organización delictiva era dirigida por Juan García Ábrego.
El depósito coincide con un amparo que concendió a gente del Cártel del Golfo.