Apenas se ventiló la renuncia de Cuauhtémoc Antúnez a la Secretaría de Seguridad Pública del Estado y comenzaron a manejarse nombres de los posibles sucesores del general en este cargo.
Si el gobernador opta por un militar para relevar a Antúnez y mantener la coordinación con la Sedena, uno de los nombres que se manejan es el del general Miguel Ángel Patiño Canchola, quien hace algunos años estuvo en Nuevo León como comandante de la Cuarta Región Militar.
También disponible está el general Pedro Felipe Gurrola, excomisionado para la Seguridad y Desarrollo Integral de Michoacán.
Pero es poco probable que “El Bronco” opte por un mando militar para relevar a Antúnez como secretario de Seguridad Pública.
Hay tres civiles que en Palacio de Gobierno se mencionan con insistencia para que lleguen a la dependencia a partir del próximo mes.
Se trata de Luis Carlos Treviño Berchelmann, quien ya ocupó este cargo durante el gobierno de Natividad González Parás, y de Aldo Fasci, actualmente vocero y exsecretario de Seguridad en ese sexenio.
La tercera opción es ascender a Fernando Garza, comisario de Fuerza Civil del Estado, quien tiene la ventaja de contar con el aval del Consulado norteamericano.
Clave el control de la SSP
El gobernador Jaime Rodríguez en los próximos días tendrá que elegir al sustituto del general Cuauhtémoc Antúnez en la Secretaría de Seguridad Pública.
La crisis de inseguridad por la que atraviesa Nuevo León obliga a una decisión responsable por parte del mandatario estatal.
No se vale improvisaciones en este nombramiento en el gobierno de Nuevo León. Lo que está en juego es la tranquilidad y la seguridad de los nuevoleoneses.
El nuevo secretario de Seguridad tendrá que tomar el control de tres áreas claves: la del secretariado técnico de seguridad del estado para terminar con la negligencia que existe en esa área en el tema de los subejercicios presupuestales. El control presupuestal, que actualmente es disputado por el grupo afín al gobernador, y finalmente el control operativo de los policías de Fuerza Civil.
Quien asuma el cargo en lugar de Antúnez y no tenga el control de estas áreas, fracasará en la encomienda.
¿Y el Hospital de la UANL?
Un año y cerca de 500 millones de pesos le costó a la Secretaría de la Defensa Nacional la construcción del Hospital Regional Militar de Especialidades.
El Hospital, ubicado en la Séptima Zona Militar, beneficiará a casi 100 mil militares y sus familiares de la zona norte de México.
Qué diferencia tanto en el plazo de ejecución como en el costo del hospital militar con el Hospital de Alta Especialización y Medicina Avanzada (HAEMA) que desde cuatro años se construye en la UANL y no tiene para cuando concluirse.
No sólo eso. La obra, que pusieron en marcha el exgobernador Rodrigo Medina y el exrector Jesús Áncer, le faltan mil millones de pesos para su equipamiento, a pesar de que se han invertido otros mil millones de pesos en esa obra convertida hoy en un cascarón y está bajo la investigación de la Secretaría de la Función Pública.