La ola de violencia que golpea al estado de Nuevo León exige que todas las autoridades de todos los niveles asuman la parte de su responsabilidad por no poder contener esta crisis de inseguridad que ya se veía venir desde hace algunos meses.
Lo fácil, lo estéril, es responsabilizar, como lo hacen algunos funcionarios del gobernador Jaime Rodríguez, con la doble cara y el cinismo de señalar a los militares como culpables de la estrategia de seguridad fallida.
¿Es en serio?
¿De verdad son los militares responsables de esta situación? ¿Qué hay, por ejemplo, de la infiltración del crimen organizado en Fuerza Civil, corporación a cargo del secretario de Seguridad, Aldo Fasci?
¿No fue el mismo Fasci quien a inicios de este año denunció que funcionarios de la Secretaría de Seguridad estaban coludidos con el crimen organizado?
Señalamientos, por cierto, que quedaron en eso, porque hasta la fecha el funcionario no ha presentado ninguna denuncia formal.
Los panistas de Samuel
Llamó la atención que el bloque de diputados federales panistas de Nuevo León no votó de manera uniforme el dictamen de la reforma al artículo 19 de la Constitución en materia de prisión preventiva oficiosa.
A favor votaron el coordinador de los legisladores blanquiazules neoleoneses Víctor Manuel Pérez, Ricardo Flores, José Martín López y Ernesto Robledo.
Mientras que Raúl Gracia Guzmán, Annia Gómez y Hernán Salinas votaron en contra.
¿Cuál fue la razón de la división? Al parecer el bloque que votó en contra del dictamen,
encabezado por Gracia, está cada vez más cercano al partido Movimiento Ciudadano en Nuevo León y, sobre todo, al senador Samuel García, e incluso se comenta queGarcía sería la apuesta deGracia para una eventual candidatura en una alianza PAN-MC, por lo que desde ahora ya empieza a notarse esa afinidad.
En la Cámara Alta, Samuel votó en contra del dictamen que reformaba el artículo, mientras que el panista Víctor Fuentes votó a favor. Saque sus cuentas.
No ocultaron su rechazo
La resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que permite el matrimonio entre personas del mismo sexo en Nuevo León, caló mucho a los legisladores panistas y aún más al integrante de la bancada de Morena, Carlos Leal, pues no ocultaron su malestar.
Hasta la panista Claudia Caballero tuvo que ser calmada por su coordinador Carlos de la Fuente, cuando Jennifer Aguayo, integrante de la asociación Movimiento por la Igualdad en Nuevo León, gritaba desde la tribuna que Leal estaba cayendo en un conflicto de intereses por estar como presidente del Congreso.
Cuando ya iba a contestar Caballero el reclamo de Aguayo, su coordinador la detuvo, por lo que se quedó con ganas de expresar su rechazo contra los matrimonios igualitarios.
YLeal también quedó en mal lugar cuando le tocó presidir la mesa directiva en ausencia de Marco González y se enfrascó en una discusión con Claudia Tapia, quien presentó una iniciativa para modificar el Código Civil para permitir estos matrimonios. La discusión en comisiones y en el pleno será para no perdérsela.