Apenas ayer publicamos aquí que hay personajes que se han acercado como moscas a la miel a la alcaldesa de Monterrey, Margarita Arellanes.
Que ante las encuestas y el nivel de conocimiento de quien dirige la capital regia y podría llegar bien posicionada para al 2015, ya se acercó Alejandra Sota, exvocera de la Presidencia de la República durante el sexenio de Felipe Calderón.
Personaje que, por cierto, ofreció ser asesora de imagen y opinión pública de Margarita, pero que apenas la semana pasada fue evidenciada por MVS Noticias, por unos contratos que dio a sus amigos de la carrera del ITAM y exempleados, por unos 38 millones de pesos.
Pero hoy sabemos que hay más gente que se acerca. Que el siempre involucrado en negocios grandes, el panista José Luis Salas Cacho, ligado al Dragon Mart de Cancún, también quiere enviar facturas al Ayuntamiento de Monterrey.
Desde el trienio pasado con Fernando Larrazabal, Salas Cacho trataba de facturar como asesor y quiere seguir haciéndolo ahora con la alcaldesa.
Este personaje, al igual que la Sota, ofrece sus servicios a Margarita ahora que la ve con un posicionamiento importante.
Pero también al igual que la Sota, Salas Cacho ya trae varios problemas en su propia imagen.
Este hombre fue el cerebro detrás de las campañas presidenciales de Manuel J. Clouthier, Diego Fernández de Cevallos y luego de Vicente Fox, pero con sus intereses muy bien alineados a los negocios.
Además de ser socio del polémico Dragon Mart de Cancún, es miembro del Consejo de Administración de la empresa Transportación Marítima Mexicana (TMM).
Y en el sexenio foxista, Salas Cacho era asesor de la Dirección General de Pemex, lo que le permitió que TMM obtuviera contratos por más de 219 millones de dólares.
Luego, junto a sus socios emprendió hace cuatro años la construcción del centro denominado “Logistik Free Trade Zone” en San Luis Potosí, sobre 324 hectáreas de terrenos ejidales expropiados por el gobierno de Vicente Fox en 2003, a favor de la empresa Operadora de Inmuebles San Pedro S.A. de C.V., propiedad de la familia Villarreal Ballesteros.
El cuento de siempre: demasiados negocios por influencia de la política.
El avión que cayó en Escobedo
Imagínate estar en la universidad, cursando verano con un calor infernal y de repente, al medio día, te dan un tremendo susto con un estruendo, como el que vivieron ayer en la Universidad Tecnológica, a un costado del Libramiento Noroeste.
Y es que el avión Cessna 182, matrícula KBKLZ, les cayó de repente del cielo a plena luz del día. Un desperfecto no le permitió llegar a aterrizar.
En él viajaban, desde Tamaulipas hacia el Aeropuerto del Norte, el piloto Fernando Jiménez Rivera y el búlgaro, o ruso, Kassimir Kirilov Iancov.
¿Búlgaro o ruso?… Porque los federales que atendieron a los dos heridos antes de que fueran transportados a un hospital, nomás no le entendieron al hombre llamado Kassimir.
Así que dijeron: “es ruso, habla en ruso”, cuando también hay un homónimo búlgaro, quien por cierto, trabaja en una empresa de tecnología en el centro del país. A ver si cuando salga de peligro las autoridades pueden informar de perdido la nacionalidad de este hombre, quien ojalá se salve junto con el piloto.