Por supuesto que el horno no está para bollos en nuestro país y hay prioridades que exigen la presencia y atención del Presidente de la República por encima de todo, aún así y entendiendo los incuestionables motivos, el llevar la ceremonia del Premio Nacional de Deportes 2014 al patio de la Secretaría de Educación Pública (SEP), le resta brillo y hasta solemnidad principalmente por la ausencia del propio Presidente de la República.
El patio central de la SEP…
Es un recinto hermoso, se respira paz, cultura y arte por todos lados. Es lugar histórico y emblemático en nuestro México, solamente que ni es Palacio Nacional ni la Residencia Oficial de Los Pinos, sitios en donde se venía realizando esta la más importante ceremonia para el deporte mexicano en su conjunto, no solo el profesional, sino el alto rendimiento.
Hoy se reconocerá públicamente por parte del estado mexicano a los atletas nacionales más destacados de la temporada 2014, así como a las trayectorias de algunos entrenadores y personajes que se han distinguido a lo largo de su vida en el deporte mexicano.
Hace un año la ceremonia fue muy lucida, brillante, solemne y presidida por el Presidente Enrique Peña Nieto en la Residencia Oficial de los Pinos.
Asignatura reprobada
La La Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE), no es un organismo autónomo, depende de la SEP, por años se ha dado la discusión acerca de formalizar y darle finalmente al deporte mexicano un status de adultez, sacudiéndose la loza que significa el depender de la enorme y complicada burocracia de la SEP, cuyos alcances y obligaciones son de tal envergadura que el deporte nacional es solo un añadido, como un chipote estorboso, con lejanía e indiferencia como un requisito a cumplir, sin ser prioridad. El deporte popular organizado, el de las escuelas y universidades debe salir del rincón de los requisitos a cumplir para un alumno y convertirse en parte importante de su formación integral, deporte–disciplina–trabajo en equipo–esparcimiento–diversión sana–salud–pasión–identidad, son todos uno en un deporte bien desarrollado, muy lejos de la actividad burocratica (en el sentido negativo de la palabra) y limitadamente desarrollada en las escuelas y universidades.
El alto rendimiento y el deporte profesional son ramas muy importantes en el deporte nacional pero no lo son todo, el deporte popular, me duelen las muelas cuando muchos se refieren a el como deporte masivo, en el que debemos inculcar y fomentar en los millones que no van a llegar a la élite del Alto Rendimiento o Profesionalismo, pero que sí en cambio va a desarrollar en quienes lo practiquen el que se enamoren de él, sea cual fuere la disciplina a practicar, adoptándolo como parte de sus costumbres y forma de vida, valores y costumbres que complementan a un ciudadano de bien.
La ausencia del presidente
Hoy, ante la ausencia de nuestro mandatario por acomodos y reacomodos en su apretada agenda, debido principalmente a los críticos asuntos de interés nacional que priorizan su tiempo y su presencia, lo primero es lo primero, y tomando en cuenta que ya estamos en diciembre cuando la entrega debió darse el 20 de noviembre al finalizar el desfile, que por esas mismas razones debió ser cancelado, los primeros días de este mes son algo así como el límite para llevar a cabo esta ceremonia de enorme trascendencia para nuestro deporte nacional.
El anfitrión es el Secretario de Educación Don Emilio Chuayfett, encargado de presidir esta ceremonia a nombre de nuestro Primer Mandatario, exactamente como ocurrió este martes 2 de diciembre en la entrega a los Premios Nacionales de Ciencias y Artes 2014.
Ojalá, don Emilio
Don Emilio Chuayffet es un hombre de gran sabiduría y cultura, uno de los mejores oradores e improvisadores al hablar en público de nuestro país, elegantemente indiferente y ajeno al tema del Deporte.
Por supuesto que no es pecado el que en su vida personal el deporte no haya sido importante o prioritario, pero como secretario de Educación y por tanto cabeza del sector que incluye al deporte nacional, ahí sí el Deporte nacional cobra importancia.
Valdría la pena, eso deseo como parte durante toda mi vida del Mundo Deportivo Nacional con sus virtudes y defectos, como practicante desde muy niño hasta la fecha, como federativo en su momento y a lo largo de muchos años como comunicador y “empujador” del Deporte Mexicano, Don Emilio, hoy dele tiempo, espacio, pausa y ritmo a esta ceremonia.
Ojalá que le dedique el tiempo no solo necesario, sino suficiente, y que nos prepare un discurso como los que usted sabe decir.
Ojalá, Don Emilio, que hoy le dé el tiempo y atención a cada uno de los galardonados que han dedicado su vida entera, sus sacrificios al tener que buscar su vocación deportiva por su propio esfuerzo individual y el de sus familias, todos esos apoyos que el Estado Mexicano no ha podido facilitarles aún y cuando la Ley así lo marca por diferentes y complicados motivos, principalmente la burocracia e indiferencia del calendario y asignaturas escolares.
Ojalá Don Emilio Chuayfett, hoy deje por un momento sus múltiples y prioritarios temas y problemas para concentrarse y, ¿por qué no? hasta se apasione con las historias de estos deportistas que han puesto el nombre de México muy pero muy en alto… Así de fácil.
