Secretos familiares

Cuando alguien me dice que en su familia no hay ningún secreto, yo pienso: “Lo que pasa es que todavía no lo has descubierto”.

Todas las familias tienen secretos guardados, porque todos los seres humanos hacen cosas de las que luego se arrepienten o se avergüenzan y las callan. 

El problema es que ese secreto es como un “virus inmortal” que se pretende ocultar en una generación, pero en las siguientes reaparecerá ingeniosamente disfrazado.

Annette Manautou Annette Manautou Publicado el
Comparte esta nota

https://www.youtube.com/watch?v=yEOFozUTcsI

Cuando alguien me dice que en su familia no hay ningún secreto, yo pienso: “Lo que pasa es que todavía no lo has descubierto”.

Todas las familias tienen secretos guardados, porque todos los seres humanos hacen cosas de las que luego se arrepienten o se avergüenzan y las callan. 

El problema es que ese secreto es como un “virus inmortal” que se pretende ocultar en una generación, pero en las siguientes reaparecerá ingeniosamente disfrazado.

Por vergüenza, por protección a los hijos o por diferentes miedos que nos inculcaron, hay hechos y circunstancias que las familias esconden para que no salgan a la luz. 

Estos secretos forman una estructura que se deslizará de diferentes maneras sobre las generaciones siguientes.

Los más comunes se refieren a enfermedades mentales, asesinatos, suicidios, vicios, violaciones, homosexualidad, incesto, prostitución, abortos, exilios y cárcel.  Frecuentemente se manifiestan en los descendientes por medio de accidentes, fobias, psicosis, autismo, enfermedades o la repetición de la misma situación pasada. Esto sucede como una invitación a enfrentar un conflicto familiar que se ha mantenido secreto. Por ejemplo, una bisabuela calló que fue violada y su bisnieta tiene un accidente en el que se le rompe el himen, justo en la misma fecha. También podrá ocurrir que su bisnieta resulte violada y la situación se siga repitiendo.

Vivir en la honestidad tiene un gran valor preventivo para la salud de las  generaciones que estén por nacer. Abriéndonos a conocer la verdad de los antepasados, las futuras generaciones ya no cargarán con el “virus”.

Desde la perspectiva de la psicología Jodorowskyana, cada uno de nosotros está habitado por tres generaciones anteriores, lo que hace un mínimo de 14 personas influyendo en nuestra vida. Desde esta perspectiva, los secretos guardados en una generación son un manantial de traumas y conflictos para los que lleguen después.

“Lo que es callado en la primera generación, la segunda lo lleva en el cuerpo”, dijo Francoise Dolto.

Enfermedades o problemas en el lado derecho del cuerpo vienen de la herencia paterna, del lado izquierdo y vientre, herencia materna, problemas de espalda son cargas de los padres. Cuando los padres se divorcian, las puntas de los pies se separan. Miedo a la sexualidad, se refleja en pelvis movida hacia atrás. Dientes picados es la rabia no expresada. Si no te han acariciado, hay problemas de desviación de la columna, así vemos que la lista es interminable.

Cuando el árbol genealógico quiere revelarte un secreto, crea una estructura, algo que se repite, con eso pretende llamar tu atención. Por ejemplo una fecha que se repite, un estilo de elección de la pareja o accidentes con situaciones similares, muestran que hay algo secreto que debe salir a la luz. Estos secretos se guardan por vergüenza, por pudor, por proteger a los niños o auto protegerse ante la sociedad.

Vale más saber una verdad, aún cuando sea difícil de aceptar, vergonzosa o trágica. Lo que se calla es subordinado o adivinado por los otros, y ese secreto se convierte en una situación más grave y repetitiva a largo.

Los secretos hay que ventilarlos si son del presente, de la manera más adecuada y en el momento más propicio, o sanarlos con terapia si son del pasado. Otra manera muy efectiva de sanar y dejar de repetir patrones es haciendo Constelaciones Familiares. (técnica psicológica creada para sanar patrones familiares dolorosos).

La familia es una generación de vivos que caminan con dos generaciones de muertos a la espalda. “Lo no dicho” tiene su propia presencia generación tras generación y se materializa.

Te recomiendo empezar por investigar. Pregunta por la vida de tus bisabuelos, abuelos, tíos y papás, es información valiosísima que te ayudará a entender muchas cosas de tu vida y de ti mismo. Te impresionará el parecido que tienen algunos contigo o con la manera en la que las historias se repiten. Estar consciente de toda esta información es el primer paso hacia la sanación no solo tuya sino de todas las generaciones por venir.

Síguenos en Google News para estar al día
Salir de la versión móvil