Seguridad ‘made in USA’

Tal parece que los estadounidenses se toman muy en serio la seguridad de sus ciudadanos en México… y más después del ataque de grupos armados en Jalisco.

La Embajada de Estados Unidos en México envió una alerta a sus ciudadanos sobre las condiciones que presenta cada una de las 32 entidades del país y advirtió que hay algunas zonas en las que es mejor ni aparecerse.

La alerta revela que en 2013, fueron asesinados 81 norteamericanos en México. En el 2014, 100. Además, hubo 130 secuestros de ciudadanos de EU, tan solo entre enero y noviembre del 2014. De las 32 entidades, solo se salvan 12: Campeche, Chiapas, Guanajuato, Hidalgo, el Distrito Federal, Oaxaca, Puebla, Querétaro, Quintana Roo, Tabasco, Tlaxcala y Yucatán no tienen ninguna anotación por su clima de inseguridad. Todos los demás tienen amplias observaciones respecto a zonas o circunstancias peligrosas. Destaca en especial el Estado de México, donde se menciona que es mejor ni asomarse a los municipios de Coacalco, Ecatepec, Nezahualcóyotl, La Paz, Chalco e Ixtapaluca.

Abarca ¿inocente?

Ahora resulta que en el PRD no hubo y no hay pruebas de que José Luís Abarca tenía relaciones con el crimen organizado y por eso le permitieron su candidatura a la alcaldía de Iguala en Guerrero. Eso fue lo que dijo Pablo Gómez y además fue específico: “Por ahora lo doy por inocente”.

Total que el súbito enriquecimiento, las declaraciones ministeriales y la zozobra en la que vivía la ciudadanía de ese municipio guerrerense no son pruebas ni para Gómez ni para el PRD. Tampoco las hubo en el caso de Julio César Godoy Toscano, a quien los perredistas metieron en la cajuela de un coche para que tomara protesta como diputado federal, y luego salieron los audios donde el legislador hablaba como gran compadre de Servando Gómez “La Tuta”. A Pablo Gómez nada más le faltó decir que como no hubo y no hay pruebas, pues en un futuro tampoco las habrá.

Chiapas, plato de segunda mesa

El que a dos amos sirve con alguno queda mal. Daniel Sandoval, que es el operador –al menos a quien se le ve públicamente-  de la comunidad judía con varios estados de la República hace, deshace y vuelve a repetir las operaciones económicas con las entidades.

En sus ratos libres, cuando le queda algo de tiempo, se dedica a atender su trabajo como encargado de la oficina de la Secretaría de Hacienda del Estado de Chiapas. Literalmente lo hace como si fuera el plato de segunda mesa. Son muchos los que se preguntan: ¿Con qué pantalones –o quién se los prestó– se atreve el joven toluqueño a portarse como se porta?