Si no confías en tu equipo, ¡renuncia!

Era la cuarta o quinta junta por Zoom del día. No tenía ninguna responsabilidad en el asunto de la reunion, pero “tenía” que estar conectado. Medio escuchaba lo que decían a través de los audífonos de mi celular, mientras lavaba los trastes que quedaron de la comida en casa. En un instante la tormenta perfecta […]

Era la cuarta o quinta junta por Zoom del día. No tenía ninguna responsabilidad en el asunto de la reunion, pero “tenía” que estar conectado. Medio escuchaba lo que decían a través de los audífonos de mi celular, mientras lavaba los trastes que quedaron de la comida en casa.

En un instante la tormenta perfecta ocurrió: mi bebé se despertó y salió de su cuarto llorando pidiendo que lo cargara. Al voltear y agacharme rápido para levantarlo, solo alcancé a escuchar a mi jefe decir: “¿Y tú qué opinas, Genaro?”, pero mi móvil ya volaba por los aires hacia el suelo.

Con el celular roto, el niño llorando, mi jefe marcando y la pila de trastes aún por lavar sentí que no resistiría mucho más. Apenas eran mediados de abril y no tenía idea que esto se convertiría en mi “nueva normalidad” y en la de muchos como yo.

Lo que sí tenía claro desde entonces era que si los jefes confiaban en su equipo todo esto podría ser más llevadero. Tantas juntas eran (y siguen siendo) inútiles si lo único que buscas es “checar” si tu equipo está trabajando o si está viendo una serie de Netflix.

“Honren al equipo de trabajo que tienen. Ustedes los contrataton por algo. Si no confían en ellos, entonces no son las personas correctas para trabajar con ustedes”, dice Giuliana Aguilar, Manager Ecommerce, Digital & Education de Michael Page.

Pero yo agregaría algo más radical: “Si no confías en tu equipo, ¡mejor renuncia!”

“Hoy todos estamos parándonos de cabeza y haciendo el doble de chamba porque somos menos manos, con los mismos objetivos y con la angustia de que si no sacamos la chamba, nos podemos quedar sin trabajo”, dice Giuliana, por si tú, jefe de algún equipo, no lo habías notado.

Ahora es cuando más se necesita de verdaderos líderes, dice. Si lideras un equipo, debes conocer la realidad cotidiana de cada uno de tus colaboradores, entender sus necesidades, saber si son padres de niños pequeños, si tienen que cuidar a algún adulto mayor, si tienen dificultades con su internet o con el espacio para trabajar, incluso si padecen alguna enfermedad.

“Es en este momento en el que tú tienes que sacar la casta con el liderazgo de tu equipo”, insiste Giuliana.

Incluso, si te pones vivo, podrías aprovechar la crisis para llevar a tu empresa al siguiente nivel. “Hoy, en un momento de crisis como éste, es donde se genera la innovación. Si tú le permites a tu equipo tener ideas, ponerlas en la mesa y empiezas a premiar en el cómo se alcanzan los objetivos, entonces estás generando un ecosistema de innovación”, opina.

Y a ti y a todos los líderes de equipo que son capaces de matar por un puesto, por poder, por estatus y dinero, Giuliana les dice que están equivocados: “Ante lo que estamos viviendo, aprendimos todos que lo más importante lo tenemos en casa.”

Para ser un verdadero líder debes confiar en tu equipo, pero no basta. Giuliana nos sugiere: “Dar gracias todos los días, primero, porque estamos sanos, después, porque tenemos un trabajo y lo que sigue es ver cómo puedes ayudar a los demás desde tu trinchera.”

¿Te atreves?

Genaro Mejía es periodista digital y de negocios con más de 20 años de experiencia y LinkedIn Top Voices 2019

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