Silencios cómplices

En el 2011 Felipe Calderón, Gustavo Madero, Elba Esther Gordillo y Jesús Zambrano se aliaron para hacer a Rafael Moreno Valle gobernador de Puebla.

Tres años después no hemos oído a ninguno de estos personajes levantar su voz, ya no para señalar los desaciertos de Moreno Valle, sino para condenar, al menos, el asesinato de un niño inerme de 13 años al amparo de la Ley Bala promulgada por Moreno. 

De Felipe Calderón nada se podría esperar. Su legado de 70 mil muertos, su ánimo violento y Facundo Rosas, hablan por él.

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En el 2011 Felipe Calderón, Gustavo Madero, Elba Esther Gordillo y Jesús Zambrano se aliaron para hacer a Rafael Moreno Valle gobernador de Puebla.

Tres años después no hemos oído a ninguno de estos personajes levantar su voz, ya no para señalar los desaciertos de Moreno Valle, sino para condenar, al menos, el asesinato de un niño inerme de 13 años al amparo de la Ley Bala promulgada por Moreno. 

De Felipe Calderón nada se podría esperar. Su legado de 70 mil muertos, su ánimo violento y Facundo Rosas, hablan por él.

De Gustavo Madero tampoco se podría esperar gran cosa. 

Y menos después de que el presidente del PAN, según partidarios de Ernesto Cordero, ganó la presidencia panista gracias los recursos aportados por el gobernador de Puebla.

¿Y de Jesús Zambrano? Pues nada. Al fin y al cabo para algo deben servir las alianzas si se tiene un gran sentido pragmático.

En cambio, habrá que reconocer que estos silencios cómplices contrastan con los señalamientos del diputado priista Enrique Doger y expresidente municipal de Puebla al exigir que se deba castigar a los responsables de este lamentable suceso. Alguien dio la orden, dice. 

Vientos de guerra 

Contra lo que sostiene Marcelo Ebrard, en el PRD no solo soplan vientos de ruptura, sino también vientos de guerra. 

Y no solo porque al ex jefe de Gobierno del Distrito Federal anunció que se irá del PRD dentro de 45 días, sino porque las llamadas “izquierdas” empezarán a pelear entre ellos los puestos de elección popular en las elecciones intermedias. 

La tercera ¿la vencida? 

Primero Vicente Fox prometió conectar a todas las escuelas a través del multimillonario programa Enciclomedia, que resultó un despilfarro que para lo único que sirvió fue para que unos cuantos se llenaran las bolsas de dinero.

Después, en el sexenio de Felipe Calderón, el yerno de la maestra Elba Esther celebró dispendiosos contratos con alguna televisora para proveer de Internet a cada salón de clases por la “módica” cantidad de 35 mil pesos mensuales.

Como siempre, el programa fracasó, pero algunos se enriquecieron. 

Ayer el secretario de Educación Pública, Emilio Chuayffet, y el secretario de Comunicaciones, nos prometieron que para el 2018 todas las escuelas de México tendrán acceso a Internet.

Ojalá.

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