Sociedad intolerante
Intolerancia social: acción de no tolerar o soportar las expresiones que se oponen a determinado tipo de valores o ideologías y por tanto se vuelven contrapuestas a las propias.
En días pasados tuve la osadía de estacionarme en una banqueta frente a una casa habitación.
Cuando llegué a mi carro tenía dos post-it amarillos pegados en mi parabrisas. En el primero decía: “favor de no estacionarse aquí”, en el segundo algo menos amable: “al menos que quieras que te ponche la llantas la próxima vez”.
Marcela Garza AguirreIntolerancia social: acción de no tolerar o soportar las expresiones que se oponen a determinado tipo de valores o ideologías y por tanto se vuelven contrapuestas a las propias.
En días pasados tuve la osadía de estacionarme en una banqueta frente a una casa habitación.
Cuando llegué a mi carro tenía dos post-it amarillos pegados en mi parabrisas. En el primero decía: “favor de no estacionarse aquí”, en el segundo algo menos amable: “al menos que quieras que te ponche la llantas la próxima vez”.
Sacada de onda por los mensajes, me bajé del coche a corroborar si había hecho mal en estacionarme en línea amarilla, no fue así. Luego busqué algún anuncio de concesión residencial, de esos que el municipio otorga al pago de derechos, donde pintan un recuadro amarillo en el pavimento, no había ninguno. Quizá bloquee la cochera… tampoco fue el caso.
Pensé entonces, ¿en qué tipo de anarquía estamos viviendo donde las personas se creen con el derecho de imponer su voluntad e imponer la Ley de Herodes?
Como en Iguala, donde ante el descontento de la esposa del presidente municipal por los disturbios el día que daba su informe de labores del DIF, estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa fueron atacados por policías; 43 normalistas desaparecieron y seis personas murieron en el momento. ¿Por qué? Porque le echaron a perder su fiesta.
O en Tlatlaya donde 22 personas fueron asesinadas por quienes se supone defienden y protegen este país, porque eran presuntos criminales.
Parecido a lo que sucede en Irán, que durante los primeros seis meses del año ya se contabilizan 411 iraníes cristianos que han sido asesinados por profesar una fe distinta a la de Mahoma.
Qué decir de ISIS, el Estado Islámico, que ha borrado del mapa a toda minoría étnica y religiosa para establecer un estado dirigido por un solo líder político y religioso como lo indica la Ley Islámica o Sharia.
Sea cuales sean los casos en México y otros lugares del mundo, la violencia que hoy se vive es resultado de un estado intolerante de la sociedad. Intolerante a que pienses diferente, profeses otra religión o te manifiestes. Hasta intolerante a utilizar una banqueta que es pública.
Los nuevos hechos en México van mas allá de la guerra contra el narco. Es la anarquía ante la falta de instituciones y el deseo por aplicar la Ley de Herodes. Es la intolerancia volcada en violencia extrema.