¿Cuál es el límite de la libertad de expresión?
En septiembre de 2012 apareció en Internet el video “La Inocencia de los Musulmanes”. Ridiculizaba a Mahoma y su publicación causó revuelo en el mundo islámico. El 11 de septiembre, en medio de protestas por el video, el consulado estadounidense en Bengasi fue atacado. No pasaron muchos días para que el semanario satírico francés Charlie Hebdo hiciera eco de la situación publicando unas caricaturas de Mahoma en su portada.
La fuerzas de seguridad franceses estimaron que la portada ponía en riesgo la vida de miles de ciudadanos incluyendo niños, por ello se tomó la decisión de suspender clases en varios países del Magreb. En una sesión del 19 de septiembre un representante de la Casa Blanca declaróa: “Obviamente tenemos preguntas en cuanto al criterio de publicar algo como esto. Pero hemos hablado mucho de la importancia de la libertad de expresión como es descrita en nuestra Constitución.”
Hace una semana el semanario francés Charlie Hebdo publicó en su portada una caricatura del escritor Michel Houellebecq disfrazado de mago. Años atrás Houellebecq había declarado que “el Islam era la más tonta de las religiones.” Una lectura detallada del Corán lo haría cambiar de opinión y retractarse, pero ahora Houellebecq llevaba semanas en los reflectores de la prensa francesa por su última novela: Sumisión.
Un provocador nato, Sumisión describe una Francia que en el futuro próximo es gobernada por el Islam. La novela no pasó desapercibida para Charlie Hebdo. El número consagraba un espacio importante a una reseña escrita por el economista Bernand Maris, amigo cercano de Houellebecq. Unas horas después, Bernand Maris juntó a 11 de sus colegas periodistas sería asesinado por extremistas.
El martes 13 de enero en una editorial publicada en el prestigiado semanario L’Observateur, Delfeil De Ton antiguo colaborador de Charlie Hebdo acusó a su editor, Charb, de haber sido irresponsable al publicar portadas que él sabía podían representar un riesgo para la vida de su equipo de trabajo. “Estoy verdaderamente enojado contigo. Paz a tu alma” firma De Ton. Richard Malka, abogado de Charb y ahora una de las figuras principales de Charlie Hebdo, enfureció al leer la columna. Inmediatamente marcó a la redacción del Observateur declarando que haber publicado tal cosa era “muy bajo”. “Todavía ni enterramos a Charb y el Observateur no encuentra nada mejor que hacer que publicar un artículo polémico y venenoso sobre él.” escribió el abogado. Al día siguiente el semanario de Malka volvió a publicar una caricatura de Mohamed en su portada.
Michel Houellebecq siempre se ha asumido al margen de la realidad. Como escritor y novelista, Houellebecq asume que la ficción posee una libertad absoluta. Sus novelas tienden a causar escándalos y por ello, muchos le han reprochado su falta de responsabilidad como figura pública.
El 7 de enero su amigo Bernard Maris fue asesinado en la redacción de Charlie Hebdo. “¿Eres Charlie?” le preguntó un entrevistador a Houellebecq. “Si” contestó entre lágrimas. “es la primera vez que alguien que amo es asesinado.” Por única vez en su vida Houellebecq concedió a la prensa una muestra de solidaridad. Aun así, se negó a renunciar a su libertad. “Yo todavía me siento irresponsable y lo reivindico, si no, no podría continuar a escribir. Mi rol no es de ayudar a la cohesión social. No soy ni instrumentalista, ni responsable.” Pese a esa libertad Houellebecq canceló la promoción de su novela. Sumisión. El atentado de París transformará para siempre el significado de la Libertad de Expresión.