‘Solo nos joden, son caníbales’
Fue la frase lapidaria que me cimbró anoche mientras cargaba gasolina en la avenida que corre de Acapulco hacia el aeropuerto, muy cerca del centro comercial la isla, después de sortear la enésima manifestación de estos reventadores de la CETEG, que intentaron bloquear los accesos al centro Mextenis allá en los terrenos del Hotel Princess.
Muchos de ellos se encontraban echados en los camellones, otros subían a los casi 100 autobuses que los transportan y que quién sabe quiénes paga.
Alfredo Domínguez MuroFue la frase lapidaria que me cimbró anoche mientras cargaba gasolina en la avenida que corre de Acapulco hacia el aeropuerto, muy cerca del centro comercial la isla, después de sortear la enésima manifestación de estos reventadores de la CETEG, que intentaron bloquear los accesos al centro Mextenis allá en los terrenos del Hotel Princess.
Muchos de ellos se encontraban echados en los camellones, otros subían a los casi 100 autobuses que los transportan y que quién sabe quiénes paga.
Otros más atascaron la zona de las taquerías populares, espero hayan pagado al menos lo mínimo, otros tomaban sus mantas y bloqueaban el acceso al aeropuerto, es la tarea diaria de estos grupos que no saben ni cuál es la consigna del día…
Se trata de joder…
Romper el orden, vandalizar, hacerse sentir, golpear y terminar con la poca credibilidad y respeto que la autoridad, representada en policías indefensos, que solo pueden portar lo indispensable para repeler, de ser posible, las agresiones de estos vándalos que alardean su impunidad por todos lados.
La señora que despachaba la gasolina rehuía mis preguntas mientras observábamos la escena, seguramente por no comprometerse.
Un par de horas después, le comenté la escena al encargado de recoger el automóvil en el restaurante, quien me dijo, después de confirmarme el miedo que debió haber tenido la señora de la gasolinera para hablar conmigo al paso de los cetegos:
‘Solo vienen a joder, son caníbales’
Cuando le pregunté lo de “caníbales” me dijo simplemente: “Ellos saben mejor que nadie que todos somos guerrerenses igual que ellos, que vivimos de nuestro trabajo aquí en Acapulco, que si no hay turismo nos morimos de hambre, y véalos allí, haciendo su desmadre y jodiendo todo, generando miedo, como si no supieran que están acabando con Acapulco y con nosotros, con nuestros empleos, no les importa, cada vez viene menos gente.
“El fin de año ya no fue igual que otros años, y ya no hay seguridad, aquí impera le ley del más fuerte, estos vienen, nos joden, les dan un dinero de lo que reciben sus líderes por mochadas para que se estén quietos por un rato, su mochadas y se van, están matando a nosotros que somos sus hermanos guerrerenses, como caníbales”.
¿Y la autoridad?
Esto mismo lo vine corroborando con meseros, vendedores furtivos, empleados de tiendas, todos se dicen desprotegidos ante esta ley del más fuerte que hoy impera en Acapulco.
La autoridad se percibe rebasada, ausente, ya no se ve la policía de transito, y hay que tener precaución para pasar un semáforo, es más: “Ningún candidato tiene patas para gallo, puro pinche títere”, me dice un mesero en el hotel en que me hospedo al comentarle este tema.
En la mesa de atrás estaba desayunando Ángel Aguirre Jr. junto con cuatro personas más, él era el único que hablaba, me frustra no haber escuchado nada, es el mismo que apenas la semana pasada aspiraba a la alcaldía de Acapulco.
Burillo se la juega con Acapulco
Nuestro maravilloso Abierto Mexicano de Tenis que hoy presume en su edición número 22 de un alto nivel y gran calidad, solo por debajo de los torneos Masters 1000, con la presencia de María Sharapova, Grigor Dimitrov, David Ferrer y mi favoritazo Kei Nishikori, no puede vivir indiferente ni ser una BURBUJA protegida en medio de la realidad que flagela este Estado de Guerrero.
El Abierto del Grupo Pegaso y su líder Alejandro Burillo Azcárraga, apuesta por Acapulco, arriesgando una enorme inversión para atraer a más de 30 mil personas a este puerto a lo largo de la semana de actividades en este evento avalado tanto por la ATP como por la WTA.
Hace un año el “Güero” me comentaba: “Hay que traer estos eventos a Acapulco, no podemos dejar caer esta zona, pero necesitamos seguridad y estabilidad para traer a tanta gente de todos lados, no solo los que participan, sino gente que venga a disfrutar Acapulco, a gastar su dinero aquí y que se vayan felices”.
El Abierto Mexicano de Tenis invierte varios millones de dólares para montar este evento y cumplir con las expectativas que se tienen, basta decir que solo la bolsa a repartir es de un millón y medio de dólares, más las garantías a las figuras que rebasan otro tanto.
Los patrocinadores son consistentes y congruentes al ver la solidez del evento año tras año, es el esfuerzo conjunto para apoyar a Acapulco arriesgando, invirtiendo y haciendo negocio, las hermanas de la caridad no viene a hacer su rompope aquí.
Nishikori y Dimitrov
La inesperada derrota del campeón defensor Grigor Dimitrov abre la puerta a David Ferrer para meterse a la Gran Final, en donde ya uno no sabe después de que el 169 del mundo le puso el pié al “10” Dimitrov, enfrentaría a Kei Nikisori, el japonés se ve con el mejor tenis del torneo, su posición como “5” así lo avala.
Nuestro Abierto tiene mucho qué dar, las combinaciones suenan tremendamente atractivas y parejas, el cambiar la superficie de arcilla a cancha dura prueba que ha sido un acierto de la organización.
Así las cosas pues, Nuestro Abierto Mexicano de tenis no es una burbuja rosa, es una gran opción a mantener este puerto de Acapulco vivo al apoyar el turismo, y con este, los empleos tan necesarios para los locales, pero esto no basta, urge orden a todos niveles, ya no es posible este vacío de autoridad en Acapulco… Así de fácil.