Lo único barato del México-Estados Unidos de esta noche es solo por lo que vamos a ver en la cancha, porque la taquilla pagada en un 90 por ciento por compatriotas nuestros es de boleto caro.
Por más que nos quieran vender que este es el clásico de Concacaf como algo imperdible, con lo que estamos de acuerdo, no hay en el área un partido más interesante y apasionante que el México–Estados Unidos, el de esta noche en el Alamo Dome de San Antonio dista mucho de honrar “ESE” estatus del partidazo que nadie puede perderse.
Los dos equipos traen jugadores tipo “B” y hasta “C”, es más habrá debuts con la selección de ambos bandos.
Avalado por Klinsmann
El técnico de la Selección de Estados Unidos comenta a pregunta directa en relación a la falta de sus figuras y las de México para el juego de esta noche:
“México no es ‘Chicharito’, ni Guardado, ni Dos Santos.
Los que juegan quieren mostrarse al entrenador igual que nos pasa a nosotros”.
Lo ideal sería que estas opciones de debutantes o cuadros parchados se dieran en partidos de otro nivel, con rivales de menor jerarquía y nunca en un Clásico de Clásicos como este, pero el billete es canijo y nos ponen como con calzador este juego que podría ser el Rey de los Moleros y por si fuera poco, en circunstancias y condiciones complicadas.
La cancha es de juguete
El Alamo Dome es un estadio espectacular por los cuatro costados, podría recibir a la NFL en cualquier momento como lo hicieron sin problemas cuando los New Orleans Saints buscaron refugio a raíz de la devastación por el paso del Huracán Katrina.
Anualmente es sede de la temporada del Futbol Americano Colegial, el récord de asistencia es precisamente del Alamo Bowl en 2007 con los Leones de Nittany de Penn State y Texas A&M.
Esta noche se esperan más de 60 mil espectadores, la mayoría paisanos nuestros, para este clásico.
El Alamo Dome es casa de los San Antonio Spurs del basquetbol, una de las potencias de la NBA; también recibe rodeo en su temporada anual, convenciones, lucha libre, en fin, un estadio multiusos flexible con todas las comodidades de un gran estadio.
Excepto para el ‘fut’
La base de la pista es una plancha de concreto sobre la que se van colocando las diferentes superficies de acuerdo al evento, para la NFL y el futbol colegial se ha puesto la alfombra de pasto artificial, ahora de última generación, para esta noche se ha formado un auténtico bodrio, colocando una capa de tierra compactada y sobre esta una cancha de pasto natural que han traído de una cancha al aire libre, lo que nos garantiza una cancha floja, porque el pasto no está anclado y al mismo tiempo dura por la superficie de tierra compactada sobre cemento.
El peligro de lesiones ahí queda, en la conciencia de quienes autorizan este partido que pudiera darse en alguna otra ciudad, el Reliant de Houston, por ejemplo, solo que esta ciudad petrolera ya ha sido muy visitada por nuestro Tri, así que había que ir a una ciudad que garantizara un lleno absoluto aún y a pesar que…
Los dos van parchados
Al no ser Fecha FIFA, ninguna de las dos selecciones trae a sus titulares, vamos, ni siquiera a sus figuras del torneo local, quizá los gringos sí lo hacen pero de los nuestros ni hablar.
Estas dos poderosas razones colocan a este clásico como un steak gringo al mole mexicano, platillo impensable cuando el steak tiene su propio sabor, textura, calidad y jerarquía, nuestro MOLE también, solo que combinados sería una alternativa no recomendable para el paladar.
Así las cosas pues, clásico de steak al mole pero aún así: !vamooos Triiiiiii!… Así de fácil.