No solo en los títulos, porcentajes y números que de suyo avalarían mi afirmación, sino, principalmente, por haberle entregado al BARSA DE SUS AMORES el camino de la mística, la filosofía de este club acostumbrado a honrar su cantera reforzando los puntos indispensables.
SABER BALANCEAR EL TALENTO CON EL SENTIMIENTO…
Guardiola toma al Barcelona con el reto de ganar juegos y títulos, desbancar al Real Madrid, buscar una Champions, y en el camino encontrar la magia del equilibrio, del convencimiento a SUS jugadores.
PEP lo ha ganado todo, desde aquel maravilloso 2009, recuerdan ustedes, con aquellos seis títulos en seis torneos disputados.
Números fríos, tremendamente lapidarios, 13 títulos en 19 torneos disputados, sólo 11 derrotas en casi 150 partidos disputados en la Liga de España, escasas seis derrotas en Champios.
SU LEGADO ES IMPRESIONANTE…
Es haber hecho un sistema, una forma, haber rescatado una mística, haber dado al mundo un equipo al que todos retaron y pocos vencieron. Favorito siempre, sus rivales se preparaban con anticipación para ganarle, pocos lo consiguieron.
Es increíble que sabiendo todos como juega el Barcelona, pues ni así le ganaban, manteniendo su nivel siempre a tope, trabajo y entrenamientos, giras, más la presión, los cuestionamientos, el Barcelona se convirtió en los últimos años en el referente del mundo del futbol, en el ejemplo del trabajo colectivo por excelencia en el deporte universal.
EL MISMO PEP CONSTRUYÓ SU JAULA DE ORO…
Estoy seguro que Pep hubiera dado este paso de costado pasara lo que pasara, aún si hubiera ganado la Champions o el título de España. Este círculo se ha cerrado.
La exigencia al llegar a dirigir al BARSA era tremenda. Al salir es impresionante, el desgaste físico, anímico, emocional, sentimental y la exposición absoluta las 24 horas del día a los medios.
Sus tiempos de descanso se redujeron prácticamente a cero, no había equilibrio ni forma de recuperar o escapar ni en la intimidad familiar ni en sus aficiones extra futbol. La energía, el deseo, “las ganas”, “la pila” que esa posición en lo más alto del éxito que sin darse cuenta lo fue envolviendo con suave pero implacable rigidez, como una jaula de oro que él mismo se labró.
Así las cosas pues, hay necesarios pero no indispensables, el BARSA debe continuar, Pep Guardiola cierra su propio círculo virtuoso y esperemos que su relevo, Tito Vilanova, forje su estilo particular, llene sus propios zapatos, sin traicionar esta mística, esta forma, esta filosofía, este estilo de juego.… Así de fácil.
