Esto va mucho más allá del título en Australia, Roger le gana a Nadal en cinco sets impresionantes, en el quinto set por cierto, le ocurre lo mismo que en el partido de Semifinales ante Wawrinka, comienzan los calambres y seguramente algunos fantasmas que se le habían aparecido a Roger Federer, quien desde hace cinco años no ganaba un Grande. Al final de cuentas se sobrepone a esta incertidumbre.
Cierto, 3 millones de dólares es el premio, un chequezote para un hombre que por cierto ha ganado cerca de 100 millones de dólares.
Como le decía, cinco años sin ganar un Grand Slam y ahora Federer tiene 18, nadie ha ganado Grand Slams como lo ha hecho este tenista suizo.
Pero, ¿qué sigue?. El camino en el Abierto de Australia para llegar a la Final no es sencillo, ninguno es sencillo, pero este fue más complicado, porque tanto Federer como Nadal no estaban sembrados en el Top 10, por lo tanto tenían que jugar de inmediato con grandes jugadores, con los sembrados en las primeras instancias.
Dos primeras rondas de Roger Federer prácticamente sin problemas, a Tomas Berdych, décimo sembrado, le gana y no le digo que con facilidad, pero le gana.
Después viene Kei Nishikori, el japonés que estaba sembrado número 5 y también le gana.
Luego vendría Mischa Zverev, este jugador que había venido prácticamente de la nada, pero que eliminó a Andy Murray, el gran favorito, el número uno del mundo.
Después viene el que podría haber sido su némesis, Stanislas Wawrinka, el suizo, número cuatro del ranking, al que gana en un partido épico.
Y con esto, como le gana a Rafael Nafal, bueno pues por estas razones a mi me hizo recordar lo que ocurrió en Wimbledon 2012, no sé si recuerde cuando Federer comienza a llorar y dice: “Esto me está matando”, se refería al no poder ganar un Grand Slam, al quedarse muy cerca, en la orilla.
Desde entonces estaba sin triunfos en un Grande, hasta ahora.
Entonces ¿qué fue lo que ocurrió en Rafael Nadal y Roger Federer?, los dos se reinventaron.
Los dos reinventaron su tenis, los dos, no sé si sean mejores o iguales o peores de lo que eran antes, pero mis respetos a ambos.
Un poco antes de salir Roger Federer a la cancha, ahí cuando estaba entrando al vestidor, llegó su esposa, quien también era tenista y le dijo con estas palabras: “Play free”, juega libre, como un mantra repítetelo constantemente, juega libre, pequeños grandes detalles.
Quinto título australiano para Roger Federer y todo lo que usted se pueda imaginar, pero impacta cuando al final le dice a Rafa Nadal: “Ojalá hubiera empates, porque este trofeo nos lo merecíamos los dos”, ¿así o más maestro?.