En efecto, si Peña Nieto fracasara como gobernante a pesar de sumar las fuerzas más destacadas del priisimo, mismas que se cuentan con los dedos de la mano y todavía sobran varias extremidades, sería muy factible la volcadura democrática de México hacia el populismo, es decir, la antesala de la dictadura. Basta observar el tránsito del chavismo en Venezuela que comenzó con el arribo de la demagogia hasta precipitarse en el totalitarismo retrógrada, por más que trate de camuflarse.
Si México logra imponer las reformas estructurales a través de las instituciones republicanas asistiremos a un despegue nunca visto del desarrollo económico y social de nuestro país, ni siquiera comparable con los mejores años del así llamado Milagro Mexicano de los años 50 y 60. El trabajo legislativo habrá de ser intenso, coordinado, constante y eficiente para poder promulgar en tiempo y forma la reforma tributaria, la agrícola, la del Estado, la laboral, la turística, la energética, es decir, todos aquellos rubros que permanecieron intocados durante los años aciagos de la Dictadura Perfecta, para ya ni hablar de la Docena Trágica, los de la parálisis y del desperdicio.
En esta ocasión sorprendió a la opinión pública un Senado que ya no funge, por lo visto, como una figura decorativa de la República al estilo porfirista, sino que volvió a incorporar artículos de la iniciativa calderonista relacionados con la transparencia, rendición de cuentas y democracia sindical que habían sido suprimidos en términos incoherentes y absurdos por la Cámara baja. Contra lo que hubiera podido pensarse una mayoría integrada por el PAN, el PRD, PT, Movimiento Ciudadano y hasta Nueva Alianza, acordaron la elección libre, secreta y directa de los líderes sindicales, así como la obligación de que se transparenten los contratos colectivos y el destino abierto de las cuotas sindicales. Por supuesto que los presuntos líderes sindicales Gordillo y Deschamps ya se habían reelecto la semana anterior para llenarse aun más los bolsillos de dinero mal habido y permanecer otros 6 años al frente de sindicatos oficiales que tiene secuestrado al gobierno y al país. El PRI-PV cuenta con una mayoría en la Cámara de Diputados, a donde habrá de regresar la iniciativa preferente y donde también comprobaremos de qué están hechos los supuestos legisladores priistas. ¿Serán trogloditas al estilo callista o cardenista o entenderán finalmente la importancia de escuchar las voces de la nación que clama por la desaparición de líderes venales y retrógrados, auténticos presupuestívoros que evidencian la existencia de una realidad política que a todos nos avergüenza?
¡Claro que cualquier ciudadano debe poder conocer el destino de los fondos sindicales y claro, también, que sus dirigentes deben presentar declaraciones patrimoniales, entre otros cambios más! Una reforma laboral era imprescindible de cara a la expansión económica de México y a la captación de más inversión extranjera. Los diputados tienen la posibilidad de lavarse la cara y de escuchar finalmente la tercera llamada, tercera… Veremos…