Tus tres parejas

Hace poco tuve la oportunidad de desayunar con uno de mis más grandes maestros y, hablando de temas referentes a la pareja, hubo una frase que me impresionó y me hizo comprender muchas cosas: "Durante la vida las personas tenemos tres parejas".

Al principio me preguntaba, ¿por qué tres si hay personas que permanecen con una pareja toda su vida y hay quienes tienen más?

Annette Manautou Annette Manautou Publicado el
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Hace poco tuve la oportunidad de desayunar con uno de mis más grandes maestros y, hablando de temas referentes a la pareja, hubo una frase que me impresionó y me hizo comprender muchas cosas: “Durante la vida las personas tenemos tres parejas”.

Al principio me preguntaba, ¿por qué tres si hay personas que permanecen con una pareja toda su vida y hay quienes tienen más?

Mi maestro me explicó que cuando estamos en la adolescencia,  cuando nos empieza a llamar la atención el sexo opuesto,  lo más importante es el físico y quien en realidad nos atrae es la persona que nos alborota la hormona. A esta la llamó “la pareja hormonal”. 

La persona que nos atrae físicamente, con la que sentimos química y de la que nos creemos enamorados. 

Con esa pareja es con la que empezamos a descubrir nuestra sexualidad. Probablemente después vengan algunos problemas como los celos o las discusiones por las diferentes formas de pensar, pero la atracción y la química que sentimos nos hacen pensar que encontramos a nuestra alma gemela y que nadie más nos va a hacer sentir igual.

Conforme pasa el tiempo empezamos a dejar a un lado la química (aunque no por completo) para pensar en “la pareja biológica”. Esta que será el papá o mamá de nuestros hijos. 

Nos empezamos a fijar en cómo trata a sus sobrinos o a los niños en general. Nos interesa conocer a sus papás para ver qué valores tienen como familia. Las mujeres  somos atraídas sexualmente a hombres que nos parecen guapos y que observamos que pueden ser sustento de la familia que deseamos formar. Por otro lado, los hombres buscan características en su pareja que indique que es una mujer fértil y será buena madre.

Los años pasan, el sexo en la mayoría de los casos se disminuye, los hijos se casan o se independizan y entonces piensas en “la pareja espiritual”, con la que compartes ideas y sueños, a la que admiras, la que va mas allá de lo físico, químico o biológico, la que respeta tus espacios y tú los de ella, la que da sin esperar a cambio, la que es feliz viéndote crecer, la que te deja ser, la que te acepta, la que te cuida y para acabar pronto, es  la persona con la que te ves compartiendo la vejez, sentados en la arena de una playa lejana, viendo el atardecer, disfrutando de una plática interminable acompañada de carcajadas y una que otra bebida, cada uno puede ser como es y está bien.

Regresando a la conversación con mi maestro, lo que más me sorprendió es que  nunca me habló de que las parejas fueran distintas personas. Que mejor que encontrar a tu alma gemela desde el principio, como podemos ver en muy reducidos casos. Pero como seres  humanos hemos venido a este mundo a aprender y es conforme evolucionamos que vamos interesándonos más en el Ser Interior, ahí es donde cambian nuestros objetivos y se transforman nuestras relaciones, ahora son cosas muy distintas las que nos ofrecen felicidad. 

En lo personal, creo que la pareja espiritual no es más que un reflejo de nosotros mismos. En la medida que vamos evolucionando espiritualmente, nuestra vibración se eleva y atraemos personas que vibran en la misma sintonía que nosotros. 

La mejor manera de darnos cuenta de nuestra evolución es observando qué tipo de personas estamos atrayendo a nuestras vidas o con qué tipo de personas seguimos lidiando; porque si seguimos viendo la misma historia es porque no hemos sanado esa parte de nosotros y la vida es tan buena maestra que si no aprendemos la lección nos la repite una y otra vez. 

Muchos se preguntarán cómo pueden darse cuenta de su evolución si siguen con la misma pareja. Es muy fácil. 

¿Te sigue molestando lo mismo que te molestaba desde un principio? ¿Sigues teniendo las mismas discusiones de siempre? ¿Sigues pensando que tu pareja es el motivo de tus malestares y enojos? 

Entonces no has aprendido la lección y, si crees que cambiando de pareja tus problemas desaparecerán, estarás perdiendo el tiempo porque vas a atraer más de lo mismo. 

A veces nos cuesta creer que somos los creadores de nuestra vida, pero el día que nos demos la oportunidad de ver hacia adentro, aceptando nuestros errores sin juzgarnos, perdonándonos,  amándonos y dándonos el permiso de sentir, entonces ese día vamos a poder perdonar, dejar de juzgar, aceptar y amar incondicionalmente a todas las personas que se crucen en nuestro camino.

Bien dice la frase: “Si no te gusta lo que estas recibiendo revisa muy bien lo que estás dando”.

Si tu deseo es llegar a viejo y estar en esa playa con el amor de tu vida lo único que tienes que hacer es SER esa persona que deseas tener a un lado. Dedícate a ser la mejor compañía para ti mismo y para los demás y el universo se encargará de poner en tu camino la mejor compañía. Si ya la tienes, empezarás a verla como tal.

 

 

 

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