Un factor inesperado

Y pues este sábado se juegan los primeros partidos en las series divisionales, los juegos de Playoffs, los Comodines, como usted le quiera llamar. 

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Y pues este sábado se juegan los primeros partidos en las series divisionales, los juegos de Playoffs, los Comodines, como usted le quiera llamar. 

Y yo le podría decir muchas cosas en relación al partido de los Halcones Marinos de Seattle visitando a los Vikingos de Minnesota. Que la ventaja podría ser para los Vikingos tomando en cuenta que su corredor y arma más importante, Adrian Peterson está más que sano, y hoy por hoy sigue siendo el mejor corredor de la Liga a pesar del año que tuvo que quedarse fuera por el castigo que le aplicó la NFL, ¿se acuerdan ustedes?, triste, lamentable, de la violencia familiar, está de regreso.

¿Que tiene una buena defensiva?, yo le diría que tiene una defensiva promedio, pero le ha alcanzado para llegar hasta aquí.

Por parte de los Halcones Marinos, un quaterback como Russell Wilson, que no es el quarterback del futuro, es un quarterback del presente, y tiene todo absolutamente para ya comenzar a retar a los grandes quartebacks, no es fácil, más de 4 mil yardas esta temporada.

Sin embargo, todo esto que le puedo platicar se puede venir abajo con un factor que va a ocurrir, que es un factor externo a los equipos. 

Se acuerdan ustedes que el equipo de los Vikingos de Minnesota tuvo en su momento un estadio techado, el Metrodomo. Ese Metrodomo que era fantástico e incluso llegó a albergar un SuperBowl. 

Pues el Metrodomo, en una gran tormenta de nieve que siguió a otra gran tormenta de nieve y luego otra gran tormenta de nieve, el domo del estadio colapsó y se cayó encima de la cancha.

Se estaba ya construyendo, que de hecho ya se terminó, un estadio, que es el que estaban usando los Vikingos, que más bien es para el futbol americano colegial.

Hoy se está construyendo el nuevo estadio de los Vikingos, imagínese usted que lujo que en esas dos ciudades, Minneapolis y Saint Paul, tener dos estadios de esa magnitud, pero, ahí le va lo más importante, resulta que se predice, de acuerdo al meteorológico de los Estados Unidos, que este podría ser el partido de futbol americano jugado a la menor temperatura en la historia.

Le voy a platicar en grados centígrados. El “Ice Bowl”, aquel partido entre los Vaqueros de Dallas y Green Bay en 1967, que dio al campeón de la NFL que enfrentaría en lo que hoy conocemos como el primer Súper Bowl al campeón de la Liga Americana, todavía no estaban fusionadas, se jugó a los -32, sí, -32 grados centígrados, tome como referencia que a los 0 grados es donde se congela el agua.

Bueno, pues este fin de semana, el domingo, cuando arranque el partido por ahí de las 12 horas del centro de la República Mexicana, la temperatura se pronostica en -40 grados centígrados.

Así que ni la reaparición de Marshawn Lynch, el corredor que lleva dos meses fuera por Seattle, o la capacidad de Russell Wilson, o la capacidad de correr de Adrian Peterson, serán más factor que el factor del viento, y que el factor de frío,.

Así o más emocionante el arranque de los Playoffs, en este caso de la conferencia Nacional.

En el otro partido, donde los Empacadores de Green Bay visitan a los Pieles Rojas de Washington, es como un volado en la capital de los Estados Unidos.

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