Un largo camino para llegar al cambio

El pasado jueves asistí a una conferencia en San Pedro Garza García, en donde una cineasta, Abby, venida del mundo de los privilegios o la “Burbuja” como ella le llamó, habló sobre los compromisos para mejorar el entorno.

Dirigió un mensaje a más de 150 mujeres, gente con los mismos privilegios de los que la expositora hablaba.

Comentó que había que reconocer algo muy importante: “Que todo eso que te hace feliz de los privilegios, tiene otra cara, es la del miedo”.

Tatiana Clouthier Tatiana Clouthier Publicado el
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El pasado jueves asistí a una conferencia en San Pedro Garza García, en donde una cineasta, Abby, venida del mundo de los privilegios o la “Burbuja” como ella le llamó, habló sobre los compromisos para mejorar el entorno.

Dirigió un mensaje a más de 150 mujeres, gente con los mismos privilegios de los que la expositora hablaba.

Comentó que había que reconocer algo muy importante: “Que todo eso que te hace feliz de los privilegios, tiene otra cara, es la del miedo”.

También relacionó el mundo de los  privilegios con las adicciones. Invitó a las asistentes,  simples mortales, a reflexionar porque ser parte de la  “burbuja” no las hace precisamente diferentes o especiales.

Ella está comprometida con promover la paz, especialmente en las mujeres que viven en zonas de “guerra” y con una visión de largo plazo.

Y enfatizó: “Si vez el final del cambio que buscas, tal vez estás trabajando por algo demasiado simple, porque el verdadero cambio puede tomar varias generaciones.”

Consideró muy importante estas reflexiones hoy en día, cuando nuestra ciudad y país están bañados en sangre, en mutilaciones, en corrupción, en “guerra”, como le llamó hace tiempo el propio Presidente Felipe Calderón.

Si buscamos la reconstrucción de nuestra sociedad, el primer paso se debe de dar hoy, pero las luces y la transformación no serán inmediatas. Tomará tiempo, esfuerzo, trabajo, avances y aparentes retrocesos, pero al final si se tiene la meta bien trazada, estaremos caminando en el camino correcto.

Gracias por ello a las organizaciones de la sociedad civil que desde los distintos espacios trabajan para recorrer esa ruta, desde los espacios de la paz, la educación, el amor, los derechos humanos, la transparencia y la rendición de cuentas.

Cambiando la mirada

Retomo a la cineasta Abby y llamo la atención sobre la manera en que cambió la mirada para modificar la forma de ver el tema de la guerra.

Ella dejó de enfocar a los “Rambo” y puso el micrófono y el lente en las “mujeres”.  Con ello todo cambió porque las mujeres son las que hacen que la vida continúe a pesar de la guerra.

Buscan el cómo seguir con la crianza de los hijos, con la alimentación, con sanar a los heridos etc…

También son las que buscan con más urgencia detener la violencia para regresar a la armonía.
De hecho, es impresionante ver cómo son las mujeres en Nuevo León son las que han dado la cara para buscar a sus víctimas, para pedir que se busque a los desaparecidos y que se haga justicia.

No es casualidad que son las mujeres las que han trabajado para recuperar a los niños que se han “desaparecido” o han “robado” en los lugares que deberían estar diseñados para protegerlos.
No sorprende pues, que fueron mujeres las que le exigieron y reclamaron con dolor y fortaleza al Presidente Calderón en Chihuahua, su guerra incomprensible que no ha hecho más que continuar con un río rojo por la nación, en donde la corriente se vuelve cada vez más fuerte. Y en Nuevo León al gobernador Rodrigo Medina para pedirle justicia en el caso de la tragedia del Casino Royale.

Es el momento de cambiar la mirada, pero también las acciones. Seguir haciendo lo mismo nos llevará a resultados iguales.

Salgamos del cuadro y pensemos diferente. Vale la pena. La historia lo ha mostrado.

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