Una advertencia tricolor

La carta pública que hicieron los gobernadores del PRI ayer durante la reunión de la Confederación Nacional de Gobernadores da una pista de por qué la próxima administración va desacelerando el plan de los llamados Delegados de Programas Integrales de Desarrollo -vulgo vicegobernadores- que tanta polémica ha provocado. Para muestra un botón: “la gobernadora y los gobernadores del PRI planteamos con claridad y responsabilidad que el Pacto Federal no conoce de autoridades intermedias”. Es decir que aunque pocos y todavía vapuleados por los pésimos resultados que obtuvieron los priistas ya empezaron a decir que no a un plan presidencial. La pregunta obligada es: ¿a quién le gusta que le digan que no?

El PAN que se pelean

Si usted pensó que la grilla al interior del PAN había terminado con los malos resultados electorales de la pasada elección se equivocó. También se equivocó si pensó que Acción Nacional no podía caer más bajo. Ayer los panistas se dieron con todo, y el propio Gustavo Madero, a quien muchos consideran el artífice del empoderamiento de Ricardo Anaya, dijo que se arrepentía de haber apoyado al llamado Joven Maravilla. Así que hoy los liderazgos se pelean por un PAN anecdótico que ya no existe y del otro lado por el partido que tiene que ser para el futuro. Vamos, en ambos casos por un PAN que no existe.

Nula promoción en San Lázaro

Después de que fue presentado el Sistema de Evaluación de Diputados en la Cámara baja han sido las organizaciones sociales participantes las que han destacado positivamente la creación de este instrumento que sienta un precedente para que la ciudadanía esté enterada del desempeño de los legisladores. En un rotundo contraste, la dirección de Comunicación Social en San Lázaro, por falta de interés, compromiso o capacidad, no ha otorgado el crédito suficiente al diputado priista presidente de la Mesa Directiva, Edgar Romo, impulsor de este proyecto. Parecen estar más interesados en hacer puntos con los nuevos legisladores para buscar la permanencia, en vez de resaltar los alcances de la evaluación que era urgente.