Una antesala caliente

Si no fuera porque los hacen parecer hechos aislados, creeríamos que estamos frente a un compló para amargarle a Felipe Calderón la elección presidencial.

Primero, le presentan al falso “hijo” de Joaquín Guzmán Loera. Vergüenza internacional. Usted disculpe las molestias familiares, señor Chapo.

Luego viene Vicente Fox –al que se le escapó “El Chapo”– a servir de matalote priista para censurar en el periódico El País los descalabros de su sucesor en empleo, seguridad y derechos humanos. Traidor y malagradecido.

Con esa declaración, el ex presidente todavía panista pretende sepultar de una vez por todas las aspiraciones de Josefina Vázquez Mota. Busca cerrar el juego entre su asesorado Peña Nieto y López Obrador. Otro golpe al estilo del desafuero de 2006.

Viene después la exigencia de 40 días más de arraigo para el general Tomás Ángeles, a quien Genaro García Luna pretende desplazar de cualquier oferta política para 2012. Nada le han podido probar. Los verdes están inquietos.

Y para cerrar el día, la ejecución de tres policías de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.

Uniformados contra uniformados en otro de los capítulos que parecerían operados por el guionista, quien tendrá que explicar por qué sus muchachos se balean entre sí desatando un escándalo internacional.

En fin, que todo eso que sucedió ayer solo viene a confirmar que viviremos una antesala caliente al primero de julio. 

El Mouriño de Peña Nieto

Con la novedad de que dentro de los cuarteles priistas de Peña Nieto ya dan por descontada la victoria. La única discusión, dicen, es por cuántos puntos ganarán.

Optimistas como son, los responsables ya comienzan a repartirse cargos e incluso a inconformarse con los que todavía nadie les ratifica.

Ahí está el caso de Luis Videgaray, el jefe de la campaña peñanietista y a quien se le ubica como el inevitable nuevo secretario de Hacienda si el voto favorece a Peña Nieto.

Pero resulta que después de probar el lado más político de la política, Videgaray se dio cuenta de que los tecnicismos de Hacienda no dan lo suficiente para estar en la primera fila. Así se controle la firma de la chequera.

Después de todo, el jefe de la campaña de Peña Nieto ya fue de facto el titular de Hacienda cuando su jefe, el mexiquense, lo convirtió en presidente de la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados y despachaba a la par con Ernesto Cordero.

Por eso ahora Luis Videgaray está buscando convertirse en el hombre fuerte de Los Pinos. Algo así como lo que era Juan Camilo Mouriño para Calderón o Liévano Sáenz para Zedillo.

Su intención sería hacer mancuerna con Miguel Ángel Osorio Chong para armar una dupla Gobernación-Los Pinos que termine imponiendo a quien fuera el financiero peñanietista como un jefe de Gabinete en funciones.

Colosio, sin piratas

No hay duda de que la película “Colosio, El Asesinato” está convertida en todo un fenómeno de taquilla. El momento político en el que se lanzó tiene las salas abarrotadas. Y ése es un éxito indiscutible.

Pero los productores no salen de su asombro porque, contra lo que dicta la costumbre, es fecha que a cuatro semanas de estar en cartelera no han detectado ninguna copia pirata en el mercado.

Por eso se fueron a investigar, y uno de los jefes de la piratería en la Ciudad de México les reveló que había órdenes de no hacer copias para evitar que anduvieran por ahí circulando.

Bueno, la orden “del jefe” es que no se hagan copias piratas antes del primero de julio. Pasada la elección, todo se vale.