Guardia Nacional detiene a venezolano con miles de dólares

Una colombiana, 100 dólares y el día después

Se bajó del avión y dejó su pasado atrás. Llegó a México con una pequeña maleta, una visa de 15 días y 100 dólares. Juana Ramírez se vio obligada a dejar su tierra, Colombia, y ahí se quedaron su familia, sus amigos, su vida. Para salir adelante sólo se tenía a sí misma, sus capacidades […]

Se bajó del avión y dejó su pasado atrás. Llegó a México con una pequeña maleta, una visa de 15 días y 100 dólares. Juana Ramírez se vio obligada a dejar su tierra, Colombia, y ahí se quedaron su familia, sus amigos, su vida.

Para salir adelante sólo se tenía a sí misma, sus capacidades y sus sueños. “Adaptarme y desprenderme de cosas que yo pensé que eran importantes fue una gran lección de vida, que hoy agradezco, pero, sin duda, fue un momento de mucho dolor, de mucha oscuridad y de mucha soledad, que me hizo la mujer fuerte y decidida que hoy soy”, recuerda.

Aprendió que lo único que se necesita para volver a empezar “es lo mejor que uno tiene en el alma, lo que aprendiste, las veces que te equivocaste, tus pasiones, tus emociones… Todo lo demás queda atrás”.

Su tabla de salvación fue emprender. En 2009, fundó Grupo Sohín, en medio de la crisis económica que se desató en el mundo tras la quiebra de Lehman Brothers.

Su empresa se dedica a atender pacientes que tienen enfermedades crónico-degenerativas como cáncer, esclerosis múltiple, artritis reumatoide, así como enfermedades raras o poco frecuentes; al mismo tiempo, brinda acompañamiento a todos sus familiares y seres queridos, “convirtiéndonos en el ángel guardían del paciente y de su familia para ayudarlos a hacer más llevadero todo el proceso”.

El concepto de su compañía surgió, explica, porque “cuando una persona se enferma, no sólo se enferma el paciente, sino que se enferma su pareja, sus hermanos, sus padres, todas las personas a su alrededor y, por supuesto, que se enferma su economía porque son enfermedades altísimamente costosas, y que representan un reto para el sistema de salud y para la economía”.

Una oportunidad de la actual pandemia, dice, es que nos permite valorar más el contacto humano. “Nos deshumanizamos tanto que ésta es una gran oportunidad para ser humanos de nuevo.”

Desde que llegó a México ha enfrentado diversas crisis, pero ella no pierde el rumbo. “Cuando vives una vida con propósito, cuando tienes un propósito superior a ti, entonces tienes una brújula que te guía y que te permite superar cualquier obstáculo.”

Para quienes piensan que el éxito es fama, dinero y lujos, Juana les tiene otra definición: “El éxito, esa cosa de la que hablamos de forma incorrecta (creo) en el ecosistema emprendedor, no es otra cosa que tu definición personal de felicidad, eso que quieres hacer todos los días, aunque no te paguen… Y felicidad es poder trabajar cada día para poder hacer eso que amas, y tratar de que con ese trabajo puedas mejorar la vida de otros y dejar huella en otros.”

Asegura que así, como aprendimos como humanidad a vivir con influenza, ahora tenemos aprender a vivir con el COVID-19, “y algunas medidas de protección y satinización se convierten en medidas permanentes que tenemos que adoptar en nuestras vidas y en nuestros modelos de negocio”.

Ella no duda sobre la trascendecia del momento que vivimos y la responsabilidad de ser parte del cambio: “El día después es hoy, ya llegó y aquí estamos y hay que vivir, y hay que adaptarse.”

Genaro Mejía es periodista digital y de negocios con más de 20 años de experiencia y LinkedIn Top Voices 2019

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