¿Una vaquita para Chiapas?

El Oficial Mayor de la Sedesol, Emilio Zebadúa González, ya abrió su juego. En aras de ir nuevamente por la gubernatura de Chiapas, el funcionario tiene amarrados a los proveedores de la dependencia y son ellos y solo ellos los que ganan las licitaciones y las adjudicaciones.

Y con ellos y nada más ellos, nos dicen, está juntando su vaquita para las elecciones. Pero no crea que para las de este 7 de junio, el experredista y ex nuevaaliancista se está preparando para los comicios del 2018.

¿Transparencia? De eso nada. Zebadúa, quien suele brincar de partido como de ideología, actúa con opacidad pero ya está levantando la sospecha y sobre todo la molestia de las empresas que participan para ser proveedores de la Sedesol y nada más no ganan.

Entre los afectados ya se están poniendo de acuerdo para que salgan a la luz la técnica y los planes del Oficial Mayor.

El suplente de Ebrard

Marcelo Ebrard ya logró la diputación por Movimiento Ciudadano y con ello, obvio, de llegar a ese día sorteando los fuertes problemas desatados por las irregularidades de la Línea 12 del Metro, tendrá el anhelado –por todos– fuero legislativo.

Ebrard logró también que su suplente en la diputación fuera un incondicional suyo. Gonzalo Fabián Medina Hernández, vocero del ex jefe de Gobierno del Distrito Federal es quien ocupa ese lugar.

Lo que llama la atención es si en las condiciones en las que está su jefe, Medina Hernández se quede –como en 2009– esperando llegar a San Lázaro, pues Ebrard no está en condiciones de soltar la tablita que le aventó Dante Delgado a través de su empresa, perdón, partido Movimiento Ciudadano.

Digo David para que oigan todos

El caso del titular de la Comisión Nacional del Agua, David Korenfeld, es como dice el refrán: Te lo digo Juan para que me entiendas Pedro. Y es que en realidad no sólo el joven político hacía uso para fines personales de las aeronaves de la dependencia.

Nos dicen conocedores del tema de aviación que son muchos otros los que tenían esa costumbre y de manera súbita dejaron de hacerlo. Pero las bitácoras que por obligación se tienen que llenar ahí quedaron.

Y es por eso que ahora andan nerviosos de que a ellos también un vecino los haya fotografiado o un piloto molesto filtre los documentos, y estén esperando el momento justo para que en las redes sociales –donde ya no hay censura ni filtros– se suban las fotos.