Pasaron siete meses
Han pasado siete largos meses desde aquella tarde de junio del 2012 en la que el checo Lukas Rosol, 99 del mundo, nos deja mudos al vencer en cinco sets a Rafael Nadal en la segunda ronda de Wimbledon. Días más tarde Rafa señala que la lesión en las rodillas es de cuidado. Más tarde renuncia a los Olímpicos de Londres en donde buscaba el doblete después de su medalla de Oro en Beijing 2008, señalando que la recuperación tendría que ser dolorosa, lenta, pausada. La paciencia, dedicación y disciplina sin asegurar fecha para el regreso a las canchas, casi en silencio se prolonga por más de siete meses hasta su reaparición hace una semana en Viña del Mar, torneo en arcilla que al otorgar sólo 250 puntos no atrae a jugadores top-ten. Ahí pierde la final ante el argentino Horacio Zeballos, 73 del mundo, viéndose errático y desencanchado por momentos. Esta semana inicia en la arcilla de Sao Paulo, también de poca jerarquía, alcanzando la final con ciertas dificultades, en la que vence al también recién reincorporado al circuito, el argentino David Nalbandián. Finalmente y después de siete largos meses Rafa Nadal levanta un trofeo de ganador. Su título 51, quizá no el de más jerarquía al lado de sus 11 Grand Slams , Oro Olímpico, 4 Copas Davis ó 21 Masters 1000, pero sin duda uno de los más significativos en su carrera. Rafa está de regreso, descansa una semana y lo veremos en nuestro Abierto de Acapulco la próxima semana.
El Toluca de siempre
No es solamente que los del “Profe” Meza hayan enfrentado al tú por tú asumiendo riesgos y mucha responsabilidad al América que hoy viene embalado y envalentonado. Este Toluca dejo atrás la indiferencia y apatía para recargar las pilas en el vestidor del estadio de Boca a media semana trayéndose el ánimo hasta las nubes. Luego llegar al Azteca y pelearle al América cada palmo de terreno, sobreponiéndose incluso a una ventaja que parecía definitiva en el 2-1 con el penal que ejecuta soberbiamente Osvaldito Martínez, y ya por ahí del minuto 94, cuando la afición y hasta los jugadores del América festejaban esperando sólo el silbatazo, viene el descuido de la defensa Águila para que sea Gerardo Rodríguez el que rubrique el empate a dos y de esa manera lave sus culpas por el penalti fallado ante Boca.
Toluca está de regreso.
Llenazo en el Azteca
Hace mucho tiempo que la afición americanista no llenaba el Azteca arriba de los 50 mil espectadores, con excepciones hechas quizá ante Chivas, Pumas o Cruz Azul. Pero el sábado la comunión cancha-tribuna se percibe desde antes del partido, la excelente temporada pasada rubricada con lo que hasta hoy han hecho ha regresado la ilusión y el gusto de esa afición americanista traicionada en los últimos años.
¿Quién invitó al Atlas?
Hace unos meses y ante la situación evidente de graves problemas en el fondo de la tabla, el Atlas aún quebrado financieramente decide apostar por el altivo y soberbio Tomás Boy para resolver sus problemas de cancha y hasta de grupo. El arranque no pudo ser peor, hilvanando derrota tras derrota hasta que la directiva no soporta más pero al voltear a la caja fuerte se encuentran no sólo que no hay dinero, sino que no les alcanza ni para la quincena de los jugadores. Es entonces cuando el trabajo paciente del llamado “Jefe Boy” comienza a rendir frutos y su noble afición a seguir apoyando sin condición con excelentes entradas cada 15 días en el Jalisco. Hoy el Atlas está a punto de salvarse de la quema del descenso, codeándose con los grandulones en el segundo de la tabla empatado con el América y seguramente habrá un cambio de objetivo en unas cuantas semanas, cuando librados del fantasma del infierno puedan proyectarse incluso a la Liguilla. Bien por Tomás y por el grupo y allá los directivos ojalá aprendan de la cancha y hagan bien sus cosas.
¿Qué mosco le picó a Omar?
Y ya encarrerados con el Atlas, llama poderosamente la atención que Omar Bravo, a quien muchos dimos por muerto en el futbol después de su fracaso al regresar, con la “cola entre las patas” de Europa, por una millonaria cantidad a Tigres en donde no desquitó ni la foto, el golazo que marca la diferencia en la victoria sobre el Monterrey el sábado no es un chiripazo, es la confirmación de que Omar está de regreso, cobijado por un equipo en el que ha aprendido algo que olvidó incluso en sus últimos años en Chivas, y es que va por delante el grupo sobre su interés personal.
¡Que ganen como sea!
Las victorias de Pumas y León como locales generan un gran tanque de oxígeno, no sólo a sus respectivas aficiones, sino también a sus directivas. La fiel afición Puma olvida lo aburrido del partido al momento en que el “Chispa” Velarde anota marcando la diferencia mínima, pero al fin y al cabo suficiente para llevarse los tres puntos sobre Monarcas Morelia. Mientras que allá en León, si bien San Luis no es un equipo que asuste a nadie, tampoco es un flanecito y la afición esmeralda celebra dos cosas importantes: de entrada su primera victoria en el Nou Camp en el torneo, haciéndonos recordar por momentos al León que se comía la lumbre la temporada pasada. Y la segunda y más importante, que ha dejado en el vestidor la camisa “rosita fresita” para ponerse la buena, la tradicional, la de siempre, la esmeralda que los identifica con sus fieles seguidores.
Manotazo de Grandes Ligas
Los dueños y directivos de la Liga Mexicana de Beisbol dan marcha atrás a su negativa de ceder jugadores a la Selección Mexicana que nos va a representar en el Clásico Mundial que arranca el próximo 2 de marzo. Las diferencias con la nefasta Federación Mexicana de Beisbol que preside el teniente coronel Alonso Pérez se mantienen sobre la mesa, sin embargo los jerarcas de Grandes Ligas se comunican con la Liga Mexicana convenciéndolos en tres minutos de sumar a sus jugadores con los mexicanos de Grandes Ligas y así formar un trabuco, conste, las diferencias entre el teniente coronel y la Liga Mexicana se mantienen en grado muy caliente.
Lo de Danica es histórico
Para los que no son muy familiarizados con el automovilismo de Estados Unidos las dos series grandes son: La INDY y la NASCAR de Primera División, porque esta última al ser la más popular por mucho de Estados Unidos, tienen su máxima categoría y luego cuatro series regionales. La NASCAR México vendría en un tercer nivel sin menospreciar a nadie. La próxima semana se diputan las 500 millas de Daytona, una de las carreras emblemáticas de la serie NASCAR y por primera ocasión una mujer les arrebata a todos la “pole position”. Se trata de la guapísima Danica Patrick ya triunfadora en la Serie INDY, a la que precisamente los de INDY siguen extrañando, hoy brilla en una de las categorías más competitivas en todo el mundo y arranca hasta adelante en las 500 de Daytona… Así de fácil.