Como en infinidad de ocasiones nos ocurrió a los que jugamos fut por muchos años, cuando se nos iba lejos el balón gritamos ¡BOLITA POR FAVOR! Sin la pelota no podíamos jugar.
Hoy el “PIOJO” y GONZÁLEZ IÑARRITU gritan ¡VELITA POR FAVOR!, inflando a “CARLITITOS” como si fuera indispensable como el balón.
Pecho frío
Una vez más se pone en el reflector a este jugador cuyo excelente nivel no está a discusión y que sin duda podrá aportar bastante a nuestro TRI, pero de ahí a que el tratamiento que se le otorgue sea, una vez más, el de ir a PEDIRLE y casi ROGARLE que se ponga LA VERDE (y las faje de otros colores) hay un enorme abismo.
CARLITITOS VELA y su indiferencia, su pecho frío, su MAMONERÍA INSULTANTE, es ya un tema más que chocante y puede revertirle al interior del grupo.
Hay varios otros delanteros que sin ser o alcanzar aun el nivel que incuestionablemente muestra VELITA, llegan no solo sin condición alguna sino con la ilusión, entrega, orgullo, honor que presumen por ese privilegio de formar parte de la SELECCIÓN MEXICANA, a cuya convocatoria todo aquel que sienta la trascendencia no solo futbolística sino su COMPROMISO SOCIAL con todos aquellos no solo niños o jóvenes sino millones de aficionados que NOS apasionan al solo conjuro de nuestra Selección Nacional.
Así que eso de ¡VELITA por favor! con todas las caravanas y alfombras rojas por delante habría que dejarlo de lado y, sin duda…
¡No lo convoquen más!
Y que con su pan y jabuco se lo coma y que se le atore.
En descargo de MIGUEL HERRERA y GONZÁLEZ IÑARRITU, quiero suponer que le mandan la convocatoria precisamente para que sea el mismo VELITA el que de propia voz se niegue, dejándose de esas muchas “pendejadas” con las que ha salido como argumento cuando lo han ido a buscar, boleto de primera clase de por medio, hasta Europa o las innumerables llamadas telefónicas sin lograr siquiera que con hombría ASUMA SU RESPONSABILIDAD y diga con HOMBRÍA y de propia voz ¡COÑO, NO QUIERO IR A LA SELECCION ‘MEJICANA’!
El Vergara gringo
El clásico Washington REDSKINS y Dallas COWBOYS no pudo tener mejor escenario, el (Cowboys) AT&T Stadium, esa “Novena Maravilla del Mundo”, a reventar, juego parejísimo, duelo de estrategias ofensivas y defensivas como si fuera ajedrez.
El tercer quarterback de Redskins, Colt Mc COY, como cenicienta apoderándose del partido que se define en tiempo extra, el clásico Monday Night Football a todo lo que da.
Con el juego sumamente parejo y los Cowboys controlando los dos lados del balón viene el golpazo a TONY ROMO causándole una pequeña conmoción y una lesión en la espalda de pronóstico reservado, a tal grado que su coach JASON GARRET evadió la respuesta la mañana de este martes.
Romo se va al vestidor con los médicos del equipo que lo evalúan a lo largo de casi todo el cuarto cuarto con el juego empatado a 17.
De pronto, el dueño y mandamás de los COWBOYS, JERRY JONES, baja desde su impresionante palco a la cancha y al vestido en donde, fuera cámaras, se encierra con el cuerpo médico y Romo.
Minutos después regresa a la cancha alterado y lanzando gritos con rostro de desesperación permanece en el terreno de juego. Hasta que aparece, minutos después, un Tony Romo disminuido que se enfrasca en una discusión fuerte con los médicos de Dallas y el de la NFL, al final los convence de regresar para el tiempo extra en el que los Redskins se ponen arriba con un gol de campo.
Romo y los Cowboys se quedan en cuarta oportunidad sin alcanzar el primero y diez que los empujara a distancia, al menos, de gol de campo.
¿Falló Romo porque no estaba al cien por ciento? ¿Brandon Weeden, el quarterback dos de Dallas lo hubiera hecho mejor?
Tal vez, en el tiempo que estuvo en el campo encabezó dos ofensivas exitosas, cuatro de seis pases completos para 69 yardas y contar con De Marco MURRAY, el mejor corredor de la NFL como respaldo, generaban garantías pero lo dejaron en la banca.
¿Qué dijo y qué ordenó JERRY JONES, el “VERGARA GRINGO”, en su atropellada y muy imprudente visita al vestidor?
Solo ellos lo saben.
Por lo visto, las ordenes del dueño de los Vaqueros acerca de cuestiones de cancha, siguen pesando en este equipo mucho más allá de las de los coaches.