Violencia no toma vacaciones
Aunque un nuevo sexenio ya arrancó, la violencia en el país sigue su viejo curso. Ni la temporada navideña ha logrado inspirar una tregua de paz entre los miembros del crimen organizado.
El 24 de diciembre fueron asesinadas nueve personas en Concordia, Sinaloa. Los hechos se presentaron después de que fueron emboscados y acribillados a mansalva sin darles oportunidad de defenderse.
Redes de PoderAunque un nuevo sexenio ya arrancó, la violencia en el país sigue su viejo curso. Ni la temporada navideña ha logrado inspirar una tregua de paz entre los miembros del crimen organizado.
El 24 de diciembre fueron asesinadas nueve personas en Concordia, Sinaloa. Los hechos se presentaron después de que fueron emboscados y acribillados a mansalva sin darles oportunidad de defenderse.
Ayer fue encontrado el cuerpo de un policía federal calcinado en San Luis Potosí y en ese mismo estado fue hallado un cadáver desmembrado y con un mensaje amenazador de un grupo narcotraficante.
Un nuevo programa para enfrentar a los grupos delincuenciales ya fue presentado por Enrique Peña Nieto y, por lo visto, tiene el respaldo de todos los gobernadores y los tres poderes de la unión. Sin embargo no está claro cómo, cuándo y dónde arrancará.
Tampoco se sabe la exacta división y área de actuación entre la Policía Federal y la nueva Gendarmería.
Una nueva estrategia es necesaria, después de la administración calderonista que costó al menos 70 mil muertos. Pero no es solo con un cambio en el eslogan de un México en Paz como se encontrarán vías de solución a un problema que, si bien no desaparecerá, sí se puede controlar.
La percepción de que las cosas van a cambiar es un capital político que el presidente no debe desperdiciar actuando de manera rápida y contundente.
Muchos de los votos que llevaron a la Presidencia a Peña Nieto se explican como sufragios de esperanza de una población que está cansada de los asesinatos, las extorsiones, los secuestros y los robos de todo tipo.
El primer mandatario no se puede equivocar, debe dar las primeras señales de que las cosas están cambiando más allá de un discurso y un pacto que, aunque significativos, no representan nada si no se llevan a hechos concretos.
El voto de confianza tiene fecha de caducidad.
Se fue Cárdenas Palomino
Muchos pensaban que ya no estaba, pero no. El controvertido Luis Cárdenas Palomino presentó su renuncia el pasado fin de semana a la dirección de la División de Seguridad Regional, pero aún no se va, ya que informó que él seguirá hasta el 31 de diciembre.
Este dato no es menor porque el hecho de quedarse indica que efectivamente él decidió salir y no fue conminado a retirarse, sino por qué mantenerse en el puesto a pesar de todas las críticas que recibió en sus actuaciones al lado de su jefe Genaro García Luna.
El aún funcionario dice que se va para integrarse a la iniciativa privada además de buscar pasar más tiempo con su familia.
Pero también reta, a través de cuenta de twitter, a quien tenga algo que decir sobre su actuación policiaca.
“A partir de enero, como un ciudadano que no tiene nada que ocultar, quedo a sus órdenes para cualquier aclaración”, tuiteo Cárdenas Palomino.
Habrá que ver si las nuevas autoridades tienen algo que decir al respecto.
Nuevo comisionado
El nombramiento de Francisco Galindo Ceballos como nuevo comisionado general de la Policía Federal podría ser esperanzador al tratarse de alguien que entiende bien el oficio.
Conoce bien la problemática de seguridad pública del país y ya ha tenido responsabilidades operativas.
Galindo fue titular de Seguridad Pública en su natal San Luis Potosí y ha sido también secretario ejecutivo adjunto del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
En su curriculum también se destaca haber sido entrenado por el FBI.
Al tiempo se verá si puede transformar a la Policía Federal en un organismo confiable después de la herencia del pasado sexenio, donde los montajes, las equivocaciones y sus vinculaciones al crimen organizado estuvieron a la orden del día.