Voto útil
El que después Fox haya dado la espalda al despertar ciudadano, no desautoriza la gesta histórica: el PRI fue derrotado por el voto de millones que se atrevieron a perder el miedo. La espontánea fiesta de celebración nacional fue la mejor prueba de ello, el corazón de la calle había derrotado al terror oficial.
Fox se traicionó a sí mismo y traicionó a los que votamos por él, cosa que ahora queda manifiesta y confesa con su apoyo al viejo régimen (estoy de acuerdo con aquellos que dicen que en realidad el PRI nunca se fue).
Santiago PandoEl que después Fox haya dado la espalda al despertar ciudadano, no desautoriza la gesta histórica: el PRI fue derrotado por el voto de millones que se atrevieron a perder el miedo. La espontánea fiesta de celebración nacional fue la mejor prueba de ello, el corazón de la calle había derrotado al terror oficial.
Fox se traicionó a sí mismo y traicionó a los que votamos por él, cosa que ahora queda manifiesta y confesa con su apoyo al viejo régimen (estoy de acuerdo con aquellos que dicen que en realidad el PRI nunca se fue).
Me han hecho responsable algunos, culpable otros, de haber creado la idea del famoso voto útil: mucha gente de Izquierda, con la mejor intención, votó por el cambio prometido con tal de acabar con 71 años de dictadura. Desde entonces cargo esa piedra en la espalda. He preferido asumir la responsabilidad que sentir culpa. Y tan asumí la responsabilidad que al momento que Fox perdió el rumbo para caer en los brazos de los vicios del pasado, se lo reclamé a través de una carta publicada en el periódico Reforma. La única respuesta obtenida fue la injusta encarcelación de mi suegra meses después, y una persecución a mi familia que duró 4 años (en la misiva señalábamos precisamente que el cambio no se había dado).
Desde mi óptica, aquel 2 de julio del 2000 empezó a brotar una conciencia ciudadana que se había gestado tiempo atrás, desde aquella masacre en Tlatelolco el 2 de octubre del 68. Y que fue creciendo con el temblor del 85, el fraude del 88 y con el levantamiento zapatista del 94. La lucha del despertar ciudadano se ha dado tanto en la Izquierda como en la Derecha. Heberto Castillo y Manuel Clouthier son dos ejemplos claros.
Ni todos los luchadores sociales son honestos, ni todos los empresarios son corruptos como suelen generalizar los fanáticos de cada extremo, que al final terminan siendo espejos de sí mismos.
Fuimos millones los que en el 2000 votamos por Vicente para presidente y por Andrés Manuel para jefe de Gobierno en el DF. Una masa crítica con visión periférica estaba naciendo por encima de las divisiones partidistas. En 2006 voté de nuevo por López Obrador, principalmente por la injusticia del desafuero, la cual denuncié en una segunda carta dirigida al Presidente, y por la guerra sucia de la campaña del PAN que esparció temor por todo el país. Sembrar miedo es cosechar violencia, tal y como se ha demostrado en este sexenio de muerte y guerra.
En el 2009 anulé mi voto, al igual que el 6% de los votantes, en protesta a todos los partidos políticos: el PRI se había convertido en un monstruo de muchas cabezas.
Ahora en 2012 estamos ante la misma disyuntiva que en el 2000: ¿votar por miedo o con el corazón? Creo que ahora el voto útil, el del latido joven, se decantará hacia la izquierda, impulso natural después del horror causado por el autoritarismo, inhumano, de la mano dura.
No tengo miedo a votar nuevamente por un cambio, porque a diferencia del 2000, hoy sí existe una masa crítica, #Yosoy132, que al estar por encima de los partidos políticos puede hacer contrapeso a cualquier intento de abuso del poder. De alguna manera, gracias a los jóvenes, se estaría instaurando el primer gobierno en Red, no partidista, de participación ciudadana activa. Cambio de mirada: México nuevo faro de luz.
Voy a votar con el corazón, por el humanismo, la paz y la conciliación. Es hora de soltar la piedra que cargo desde hace años. Es tiempo que florezca con frutos la conciencia colectiva sembrada en el 68.