Roger en el Olimpo
Bastarían solamente los números de Wimbledon con este quinto, extraordinario por cierto, que ganó sin perder un solo set, para colocar ya a Roger Federer en el Olimpo de los grandes del tenis, si me apura usted un poco, en el Olimpo de los grandes deportistas de todos los tiempos, en esa chocante costumbre que muchas veces tenemos los seres humanos de querer encerrar todo en una caja, que si el mejor de todos los tiempos, que si mejor que aquel, que si mejor que el otro.
Alfredo Domínguez MuroBastarían solamente los números de Wimbledon con este quinto, extraordinario por cierto, que ganó sin perder un solo set, para colocar ya a Roger Federer en el Olimpo de los grandes del tenis, si me apura usted un poco, en el Olimpo de los grandes deportistas de todos los tiempos, en esa chocante costumbre que muchas veces tenemos los seres humanos de querer encerrar todo en una caja, que si el mejor de todos los tiempos, que si mejor que aquel, que si mejor que el otro.
Roger Ferderer no ha necesitado estas comparaciones, tampoco ha necesitado que lo empujen, yo recuerdo bien aquellos Juegos Olímpicos de Beijing 2008, fue la primera vez que escuché esa barbaridad, y fue por parte de unos periodistas españoles, esa barbaridad de querer decir que Federer estaba acabado, hubo uno que títuló: “Está muerto Roger Federer para el tenis”.
Fíjese usted lo que son las cosas, había perdido aquel partido ante James Blake, ¿usted se acuerda de James Blake?, mucha gente no.
Este norteamericano que llegó a estar en el top 10, en el top 15 también y como el burro que tocó la flauta le ganó a Federer y lo sacó de la zona de medallas.
Vendría después el chileno Fernando González, a la postre ganador de esos Juegos, a echarlo y muchos dijimos “solamente nos rompió el torneo James Blake”, y hasta ahí llegó.
Y Roger Federer está a punto de cumplir 10 años de aquella ofensa, de aquella barbaridad, que por cierto nunca le ha interesado.
Este es el momento no de compararlo pero sí de ponerlo al lado de los grandes tenistas de todos los tiempos, y me refiero desde Rod Laver, Chuck Mckinley, Roy Emerson, aquellos grandes de la era antes de los profesionales y después sin duda Jimmy Connors, Ivan Lendl, Bjon Bjorg, John McEnroe, algún día decía McEnroe: “que bueno que Bjon Borg se retiró joven”, se retiró, quiso regresar después de los 26 años y ya no pudo hacerlo.
Y si nos acercamos más por supuesto la etapa del gran dominador Ivan Lendl, seguido de Pete Sampras.
Federer ya está ahí y por supuesto que Rafael Nadal también, pero hoy es el tiempo de Federer, que se inventa y se reinventa, y donde una vez más como en tantas ocasiones le han hecho la pregunta si ha pensado en el retiro.
La gran ventaja que tiene Federer por sobre los demás es que tiene esa gran fuerza mental, ese espíritu combativo que no le permite salir derrotado ni bajar los brazos, pero yo le diría a usted, sumando todos sus puntos, está a nivel de cualquiera que le acabo de mencionar, incluso en algunos arriba de ellos.
Pero más que todo, Federer es el capaz de haber roto todos los paradigmas y todos los estigmas, rebasar 35 años de edad, ganar Wimbledon no es cosa de todos los días y yo le diría que solamente de un Roger Federer.
Así las cosas pues en el Olimpo de los grandes tenistas de la historia, ahí está Roger Federer, pero todavía le falta seguir sumando, hay que verlo ahora en el US Open ya en unas cuantas semanas y después lo que Roger diga, porque tiene con ese espíritu y con ese estilo que se ha reinventado, seis veces no jugó el fin del año pasado y por si fuera poco se reinventó cirugías, entrenamientos, fisioterapias, gimnasio, una nueva alimentación, una nueva raqueta, un nuevo estilo de jugar y ahí está Federer, dominándolo todo.
¿Hasta cuando?, la gran ventaja de “Su Majestad” Roger Federer es que la decisión es solamente suya.