¿Y si Peña fracasara…?
En los hechos preferimos el regreso del PRI, con todos sus riesgos, consecuencias y probables ventajas a otro sexenio desperdiciado del panismo, antes que darnos un tiro en el paladar con una escopeta al colocar en Los Pinos a López Obrador y sus recetas de gobierno decimonónicas extraídas del bote de la basura de la historia.
Francisco Martín MorenoEn los hechos preferimos el regreso del PRI, con todos sus riesgos, consecuencias y probables ventajas a otro sexenio desperdiciado del panismo, antes que darnos un tiro en el paladar con una escopeta al colocar en Los Pinos a López Obrador y sus recetas de gobierno decimonónicas extraídas del bote de la basura de la historia.
Nuestra experiencia política en el año 2000, nos recomendó aceptar los probables beneficios de la alternancia del poder después de siete décadas de un priismo catastrófico que heredó millones y más millones de pobres semianalfabetos y desesperados en un entorno putrefacto de corrupción, por lo que votamos por una oposición encabezada por un hombre de hablar fuerte y claro, un bigotón decidido y supuestamente conocedor, un macho de botas y enorme hebilla dorada, que a la hora de gobernar resultó que lo hacía su esposa (por quien nadie votó, en la inteligencia de que ella invirtió el privilegio de su posición política en el descarado saqueo del país en lugar de ayudar a la niñez mexicana desvalida). ¡Un horror!
Después del fracaso foxista, todavía insistimos en el panismo y encumbramos por medio de las urnas, a un personaje necio y sordo, dueño de la verdad absoluta que no escuchaba razones y creía en la alternativa suicida de resolver los problemas a balazos ignorando los más elementales principios de la inteligencia. ¿Resultado? ¿Entre los mandilones y los necios suicidas…?
La mayoría creímos en Peña, en su juventud, en su coraje para dar un golpe de timón y hacer virar el buque de la nación hacia un futuro promisorio y digno.
¿Noticias callejeras? El nuevo presidente se ha dejado intimidar por insignificantes “muchedumbres” financiadas por los eternos emisarios del pasado… ¿Cuántos de los supuestos “maistros” que protestan tienen credenciales de maestros, auténticos profesores, o son meros golpeadores que responden a intereses inconfesables anteriormente desenmascarados por gobernación, que los hacía confesar el nombre y apellido, incluida una interminable cadena de ancestros después de un buen apretón de testículos. ¿La defensa de los derechos humanos como los de EU en Guantánamo, en Irak o en Afganistán…?¡Ja!
Si Peña no logra promulgar las leyes secundarias que aterricen la reforma constitucional en materia educativa, su fracaso sería comparable al de la señora Fox cuando intentó construir el aeropuerto del DF y no lo logró por haberse ido de compras con la “maestra Gordillo…”. Adiós Fox, adiós Calderón, adiós, Peña, adiós tres sexenios con millones de niños nacidos en casi 20 años. Por supuesto que no solo Peña, sino México entero, tendrá que olvidarse de la reforma energética, de la tributaria, de la del Estado y de las que sigan en un futuro cobarde e indefinido.
Si un Peña acobardado llegara a fracasar, estaría poniendo el futuro de México en charola de plata en manos del populismo intitulado López Obrador en el 2018. Para lograr la instalación del chavismo en México solo hace falta que continúe permitiendo el secuestro de las instituciones de la República y entonces, como en Venezuela, ya no tendríamos ni para papel del baño…