¿Ya ven? ¡Se los dije!

A pesar de la ambición de la Femexfut, que una vez más privilegia el negocio por encima del entrenamiento a fondo, llevando al Tri a la infame cancha de medidas y terreno absurdos del Qualcomm, Miguel Herrera y su grupo se crecen y hacen el partido concentrados, mandones; con goles, aciertos y errores “oportunos”.

Alfredo Domínguez Muro Alfredo Domínguez Muro Publicado el
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A pesar de la ambición de la Femexfut, que una vez más privilegia el negocio por encima del entrenamiento a fondo, llevando al Tri a la infame cancha de medidas y terreno absurdos del Qualcomm, Miguel Herrera y su grupo se crecen y hacen el partido concentrados, mandones; con goles, aciertos y errores “oportunos”.

Aquella frase: “ ya ves, te lo dije”  es la que jamás debes mencionar, sin embargo al observar el triste entorno de este partido diseñado como “molero”, y que las circunstancias de angustia y emergencia lo convirtieron en clave para encarar el doble juego ante Nueva Zelanda, no me queda mas que recurrir a esta frase chocante.

Este compromiso pactado desde hace varios meses debió jugarse en el Azteca a las dos de la tarde para replicar en lo posible las condiciones en que enfrentarán aNueva Zelanda.

A pesar de tener que indemnizar al promotor o pagarle la visita el mes que entra.

A la vista, las condiciones de fracaso de esta promoción que no metió ni a diez mil, aunque para la mitad ya eran 18 mil..

La ambición de la Femexfut

No tiene llenadera. El promotor le garantiza su millonsote y medio de dólares muy verdes y lo demás “vale madres” cuando en este momento lo sensato, lo urgente es privilegiar el que este grupo se compacte y funcione.

Prueba superada

Por fortuna a Miguel Herrera todo este entorno le tiene sin cuidado, está enfocado en armar un cuadro que saque adelante esta eliminatoria a doble cotejo.

Al estilo de nuestras vilipendiadas Liguillas 

Atravesando el mundo hasta el otro lado del planeta, Miguel lo tiene claro, desayunar, comer y cenar con el objetivo de superar a Nueva Zelanda con la estrategia de sacar la mayor ventaja, casi sentenciando, de nuestra localía, el Azteca que debe pesar, el sol a plomo a las dos de la tarde pero sobre todo, que su Tri salga con la convicción de que los fantasmas se quedaron afuera del Estadio con todos los que no pudieron.

Gio, Vela y Chicharito por delante   

Que no nos vengan a presumir que aquí se les maltrata, que no hay técnico que los entienda.

Ellos, junto con otros más, son culpables directos de la situación comprometida en la que nos encontramos y que , de entrada, al Piojo “le vale madres”. 

¿Quitarisas oportuno?

Al minuto 27 cuando los nuestros ya habían anotado con lujo de facilidad el 2-0 con cabezazo certero de Rafa Marquez, nos llega el quitarisas más oportuno cuando los nuestros derrochaban dominio, control, y hasta comenzaban a sobrarse.

 Con ese resultado, aparece un avance que provocan los güeros de Finlandia (de aquí solo mandamos a Layún y a “El Piojo” Herrera) que deriva en un centro a balón parado, rebotes en nuestra área y llega el central Finladés que define como si jugara en la Bundesliga.

Todos nos quedamos mas fríos que los hielos finlandenses.

Es entonces que aparece…

Nuestro “Güero” Herrera

Que brinca a la banda a dar instrucciones puntuales, gritos certeros pero principalmente avisos estrictos de recuperar no solo el control del balón y del juego, sino el autocontrol y concentración que regrese la seguridad y el oficio para aplacar a los Güeros que ya se la estaban creyendo.  

Con el dos a uno nos vamos al descanso, Miguel llama a Aldo de Nigris y le da confianza y minutos a nuestro porterazo José de Jesús Corona, recién arranca ese segundo tiempo. Y aparece el que hoy por hoy es el mejor delantero mexicano nacido aquí o de los que se quieran naturalizar, un golazo con el sello de la casa y ahí la calma, mesura, control, superioridad que nos recuerda al Tri de hace un par de años. 

Claro que también llegan los desfiguros que encienden luces amarillas en el resbalón de “Rafa” Marquez, que así deja camino libre al lateral finladés para que sea Juan Carlos Valenzuela quién la mande al fondo de la red.

Viendo las cosas frías, son experiencias y fallotas oportunas que obligan al grupo a redoblar concentración y esfuerzo.

Para reforzar la seguridad aparece Oribe que sin querer comerse todo el pastel, se la deja a su compañero Escobosa para el 4 – 2. 

Así las cosas pues, lo rescatable además del marcador, es la disposición del grupo que se siente “a muerte” no solo con nuestro técnico nacional sino con el compromiso y obligación de superar la repeseca… 

Así de fácil.

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