142 años de mirar el universo
Este mes, el Observatorio Astronómico Nacional celebra que desde hace más de un siglo los mexicanos tienen la oportunidad de conocer el espacio gracias a su creación; sin embargo, su director asegura que necesitan una mayor inversión por parte del gobierno para estar a la vanguardia mundial
Fernanda MuñozLa astronomía en México necesita crecer aún más. A pesar de que actualmente existen tres Observatorios, entre ellos el de Astronomía Nacional, no fue nada fácil conseguirlos en un inicio.
De acuerdo con la doctora Susan Biro Mc Nichol, profesora del Departamento de Física de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), hubo varios intentos para fundar un observatorio astronómico en México desde mediados del siglo XIX, pero no fue sino hasta 1877 que se logró ese objetivo.
El éxito de su creación se debió a la combinación de diferentes factores, entre los cuales destaca la participación de México en un importante proyecto internacional: la observación del tránsito de Venus, en 1874, en la cual se debía medir la distancia entre la Tierra y el Sol a través de este fenómeno.
En esa época, en México no había astrónomos profesionales ni mucho menos observatorios astronómicos. Sin embargo, existían varios ingenieros geógrafos que conocían la cosmografía y la astronomía necesarias para su trabajo. Dos de estos ingenieros fueron Francisco Díaz Covarrubias y Francisco Jiménez.
El que los mexicanos lograran medir la distancia entre la Tierra y el Sol pudo haber sido la razón primordial para la formación de un observatorio astronómico en México, pero este hecho no tuvo mayores consecuencias debido a las condiciones políticas que había en ese entonces. El expresidente Porfirio Díaz eliminó toda iniciativa que tenía planeada Sebastián Lerdo de Tejada, cuando éste era mandatario, como la construcción del observatorio.
En 1877, el ministro de Agricultura y Fomento, Vicente Riva Palacio, decretó la formación de tres observatorios nacionales, el Meteorológico, el Central (con propósitos geográficos) y el Observatorio Astronómico Nacional (OAN).
Para 1878, el Observatorio, que estaba en Palacio Nacional, fue trasladado al Castillo de Chapultepec, para luego incorporarse a la UNAM en 1979.
El investigador titular y actual director del Instituto de Astronomía de la UNAM, José de Jesús González González, detalla que inicialmente el objetivo del Observatorio era determinar las distancias del Sistema Solar, así como la determinación de la localización geográfica de todo el país, pero también la medida del tiempo.
“El OAN se dedica actualmente a la investigación de frontera en astronomía y astrofísica, mientras que la determinación del tiempo y las posiciones geográficas ahora se llevan de manera rutinaria y ya no las calcula el observatorio”, confiesa González González.
Otras de sus actividades son atender las necesidades de todos los observadores visitantes, impulsar un proceso de planeación abierta y participativa de su personal, estimulando a todos para tener iniciativa y un alto sentido de responsabilidad.
González González explica que los telescopios más grandes que ha habido en todo el mundo son de 24, 30 y 39 metros, además menciona que éstos se han logrado llevar a cabo gracias a la colaboración de los diferentes gobiernos que aprueban el presupuesto para que sus astrónomos y científicos los desarrollen.
Falta de inversión
El doctor José de Jesús confiesa que a pesar de que la astronomía es una de las ciencias en México que mayor tradición e impacto tiene a nivel mundial, es un campo que actualmente requiere inversiones significativas por parte del Ejecutivo, porque es una ciencia que siempre está buscando hacer lo imposible.
El director del Instituto de Astronomía de la UNAM asegura que los países que realmente están buscando avances tecnológicos invierten entre tres y cinco por ciento en astronomía, porque es lo único que puede mantener a un Estado fuera de la dependencia internacional para saber cómo y cuándo hacer las cosas sin necesidad de otros.
Entre los argumentos que el doctor comenta respecto al por qué México debería invertir más en la astronomía, menciona que ésta ha sido la que ha determinado las medidas fundamentales de tiempo, espacio, óptica, electrónica e Internet. Además, agrega que el país tiene nuevas generaciones de astrónomos de primer nivel, con los que ha mantenido la competitividad mundial.
González González está terminando su tercer año como director del Instituto de Astronomía y admite que a pesar de los apoyos que aún se necesitan cubrir, afirma que durante su administración ha terminado de instalar seis nuevos telescopios. En 2010 sólo tenían tres.
“El ver que avanza el establecimiento de la infraestructura astronómica moderna no es sólo una satisfacción propia, sino de todo el personal del Instituto que son precisamente los que logran que esto se haga”, cuenta.