50 años de “Abbey Road”; un gran álbum de despedida de The Beatles

Este 26 de septiembre se cumple medio siglo que los Fabulosos Cuatro ingresaron al estudio por última vez para grabar el aclamado Abbey Road
Roberto Trejo Roberto Trejo Publicado el
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Todo por servir se acaba y cada historia, por más grande que sea, debe afrontar el inevitable final. The Beatles entendió este principio básico de la vida durante los últimos meses de 1969; periodo que fue inmortalizado por la banda en el afamado álbum Abbey Road.

La inminente ruptura

Para esas alturas de los años 60, el Cuarteto de Liverpool se había convertido en un auténtico hervidero de problemas, repleto de discusiones financieras, desplantes, ataques internos y, sobre todo, una encarnizada lucha de egos entre John Lennon y Paul McCartney.

Lennon insistía en que su esposa Yoko Ono lo acompañara a las grabaciones y McCartney involucró a su cuñado en las finanzas del grupo, mientras que George Harrison se había cansado de vivir a la sombra de estos dos; incluso, el propio Ringo Starr dejó la banda una temporada.

De hecho, fue durante esta etapa que apareció el primer sencillo como solista de un integrante de The Beatles, pues durante el proceso de producción de Abbey Road, un rebelde Lennon lanzó el tema Give Peace a Chance de la Plastic Ono Band.

Pese al clima adverso, los Fabulosos Cuatro invocaron la magia suficiente en el estudio para crear un gran trabajo; no a la altura de Revolver o Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band, pero lo suficiente para dar una despedida más que digna a la banda de rock más grande de todos los tiempos.

Primera parte: lucha de egos

El álbum debe ser entendido en dos partes: la primera en que cada uno de los músicos saca a relucir sus mejores composiciones y la segunda, donde los cuatro vuelven a ser una banda que se funde en un medley de ocho canciones que se entrelazan en una especia de ópera rock.

Originalmente, McCartney y el productor George Martin plantearon que Abbey Road fuera una pieza continua, pero Lennon insistió en que sus canciones quedaran separadas de las del bajista; fue así que el disco quedó seccionado en este par de formatos.

El álbum arranca con el clásico instantáneo Come Together, pieza en la que Lennon apela, musical y líricamente, a su raíz blusera. El tema fue escrito originalmente para la campaña electoral de Timothy Leary. Hoy en día, es una de las canciones más versionadas de la banda.

The Beatles disminuye las revoluciones para dar paso a Something, uno sus baladas más destacadas. Canción que colocó a Harrison en un nuevo nivel y robó gran parte de la atención de la crítica y las listas de popularidad; su éxito ha sido tal que ha sido interpretada por más de 150 artistas.

Para el tercer track, aparece McCartney con su Maxwell’s Silver Hammer. Un tema que narra cómo Maxwell Edison mata a un par de mujeres con un martillo. La oscura letra se contrapone a lo ameno de la melodía. Esta pieza nunca fue del agrado de los otros tres integrantes.

“El hizo todo lo posible por hacerlo un sencillo, y nunca debió haberlo sido”, comentó Lennon tiempo después en entrevista. Mientras que Harrison y Starr describieron el proceso de grabación del tema como el más tortuoso del disco.

Lee: ‘Here Comes the Sun’, la canción que liberó a George Harrison de esa tiranía llamada The Beatles

La cuarta canción también corresponde a McCartney y su popular Oh! Darling, una pieza que el bajista atesoraba como uno de sus hijos más preciados, por lo que se negó a que Lennon fuera la voz principal; algo que ofendió mucho a su compañero.

Oh! Darling fue una gran canción de Paul que no cantó demasiado bien. Yo siempre pensé que yo podría haberlo hecho mejor, era más mi estilo que el suyo. Pero él la escribió y por norma general el que escribe la canción la canta, así que yo no la canté, qué le vamos a hacer.
John LennonVocalista de The Beatles

La parte más débil del disco llega con Octopus’s Garden de Ringo Starr, quien demuestra una vez más que su lugar es detrás de los tambores y platillos, pues el ser vocalista no es exactamente su mejor talento. Se trata más de un tema infantil que de rock and roll.

Lennon continúa la progresión con I Want You (She’s so Heavy), la canción más extensa del álbum y la menos convencional, pues apenas emplea 14 palabras distintas, así como un tono oscuro que influenciaría al hard rock y quedaría un tanto en el olvido tras la llegada de bandas más pesadas.

Sin hay un disco donde luce Harrison es Abbey Road y Here Comes the Sun es la más clara prueba. Una canción creada junto a su amigo Eric Clapton una mañana en la que el guitarrista decidió no acudir a una junta empresarial para revivir los tiempos en que la música se hacía por amor al arte.

Como si se tratase de una especia de tregua, llega Because; una pieza de Lennon inspirada en Beethoven y cuya característica principal, además del arpegio central, es el dulce juego de voces que componen Harrison, McCartney y el propio Lennon.

McCartney retoma las riendas del álbum con You Never Give Me Your Money, un tema con el que ironiza los conflictos financieros de la banda. Se caracteriza por su sonido ecléctico que va del piano clásico al rock más puro, pasando por varios acordes de blues.

Segunda parte y un gran medley

A partir de este punto comienza el famoso medley conjugado por McCartney y Martin con canciones muy breves o a medio terminar; el cual opera perfectamente como un intenso clímax para despedir lo que sería su última grabación.

Las piezas más destacadas de este experimento sonoro son Golden Slumbers, Carry That Weight y The End; éstas se interconectan y nos regalan uno de los mejores lados B, no sólo del cuarteto, sino de la historia de la música popular.

Abbey Road fue lanzado en Reino Unido el 26 de septiembre de 1969, sólo seis días después que Lennon les comunicó oficialmente a sus compañeros que dejaba la banda por serias diferencias creativas; la noticia sería confirmada por McCartney hasta abril de 1970.

Cabe mencionar que Abbey Road fue el disco final que grabó el Cuarteto de Liverpool antes de la separación definitiva, pero no fue el último en ser publicado; ese lugar fue para Let It Be, grabado en enero de 1969 y retrasado más de un año por diversos problemas creativos y empresariales.

Hasta la fecha, este álbum se ha hecho acreedor de 15 discos de platino y uno de diamante. Sin duda alguna, Abbey Road es un gran disco de despedida para una banda enorme.

Mención aparte merece la portada del álbum, cuya historia y curiosidades puedes leer en este enlace.

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