No existe en la historia de la música una transformación tan radical y exitosa como la que experimentó Pantera en los 90; y es que pasar de ser una mediocre banda de glam a redefinir la historia del metal no es una hazaña que se vea con frecuencia.
A lo largo de la década de los 80, los hermanos Abbott, Vinnie Paul y Dimebag Darrell, lanzaron cuatro álbumes que pasaron sin pena ni gloria entre los fanáticos del glam y el hard rock; un sector inundado de grupos con niños bonitos, pantalones de spandex y letras simplonas.
Junto con el bajista Rex Brown y el vocalista Terrence Glaze, los hermanos nativos de Texas lanzaron los discos Metal Magic (1983), Projects in the Jungle (1984) y I Am the Night (1985); todos muy influenciados por el estilo de Kiss y la faceta solista de Ozzy Osbourne.
La banda ya mostraba señales de evolución, por lo que la voz de Glaze dejó de encajar. Fue así que en 1987 reclutaron a un joven de 18 años llamado Phil Anselmo, quien grabó el disco Power Metal (1988) con un sonido más pesado y veloz, pero aún con vestigios glam.
Por aquel entonces, los Abbott estaban maravillados por el sonido de los cuatro grandes del thrash metal (Metallica, Megadeth, Slayer y Anthrax), quienes eran la antítesis de la escena musical de Sunset Strip. Mientras que Anselmo era admirador de Rob Halford (Judas Priest) y el hardcore punk de Black Flag.
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Luego de varios fracasos musicales, pero con bastante experiencia y una poderosa alineación, Pantera escribió las canciones de su próximo álbum. El camino no fue fácil, pues sufrieron el rechazo de 28 sellos discográficos, hasta que Mark Ross, un empleado de Atco Records, los vio en vivo y quedó fascinado.
Vinnie, Dimebag, Rex y Anselmo entraron al estudio en febrero de 1990 y el domingo 24 de julio lanzaron al mercado no sólo el mejor disco de su carrera, sino una de las producciones más trascendentes en la historia del género. Además que el nombre del nuevo álbum se convertiría en su nuevo apodo: Cowboys from Hell.
Basta con escuchar los primeros segundos de la canción que da nombre al disco para notar que esta es una banda nueva, con músicos que han enterrado sus raíces glam para mostrarse tal y como son: cuatro sujetos desalineados, furiosos y llenos de talento.
Cowboys from Hell es un álbum veloz en pistas como Primal Concrete Sledge, Heresy, Shattered y Message in Blood. Pero al mismo tiempo posee riffs hipnóticos en piezas como Psycho Holiday, Domination, Clash with Reality, Medicine Man, The Sleep y The Art of Shredding.
El disco deja presenciar en todo su esplendor el virtuosismo de Dimebag Darrell en la guitarra, el poderoso groove creado por la batería de Vinnie Paul y el bajo de Rex Brown, así como la increíble voz de Phil Anselmo que abarca graves, agudos, guturales y fraseos melódicos.
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Contrario a lo vivido en los 80, esta vez Pantera consiguió el respeto absoluto de la crítica y el público. Su nuevo estilo los había colocado al frente de la vanguardia en la escena del metal, incluso llegó a quedarse con los seguidores más conservadores de Metallica que no vieron con buenos ojos el Black Album (1991).
Cowboys from Hell cambió desde la raíz la carrera del grupo, es por esta razón que al entrar a su sitio web y dar clic en la parte de discografía, no aparece ninguno de los trabajos previos a 1991. Algunos seguidores incluso consideran que este álbum fue el verdadero debut de la banda.
A los largo de la década de los 90, Pantera siguió cosechando éxito con cuatros discos más: Vulgar Display of Power, Far Beyond Driven, The Great Southern Trendkill y Reinventing the Steel.
Sin embargo, como muchas bandas que alcanzan el éxito, Pantera se vio consumida por las adicciones y la lucha de egos, lo que llevó a su desaparición con la entrada del nuevo milenio.
Actualmente sólo sobreviven Phil Anselmo y Rex Brown, pues Dimebag Darrell fue asesinado por un fanático el 8 de diciembre de 2004 durante un concierto en Columbus, Ohio; mientras que su hermano Vinnie murió en Las Vegas el 22 de junio de 2018 por problemas cardiacos.