Abuelos cuentacuentos, lectura por generaciones

La Coordinación de Difusión Cultural de la UNAM, en alianza con tres sedes universitarias y la biblioteca IBBY México, imparte un curso-taller para adultos con 50 años cumplidos que sepan y les guste leer y escribir
Luz Rangel Luz Rangel Publicado el
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Leer es estar vivo, engañar al tiempo y tener más vidas de las que a uno le toca vivir. Esta es una de las frases que acompaña a la convocatoria del programa Abuelos lectores y cuentacuentos.

Se trata de un curso-taller de lectura en voz alta, narración oral y charla literaria sobre literatura infantil y juvenil dirigido a adultos de 50 años. Cada generación tiene tres grupos de 40 personas que asisten a una clase semanal de cuatro horas, por tres meses teóricos y dos prácticos.

Abuelos lectores y cuentacuentos nació en 2011 en alianza con la Coordinación de Difusión Cultural de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), tres sedes universitarias y la biblioteca IBBY México. Desde su surgimiento, Edna Rivera Maldonado ha estado a cargo como coordinadora.

“Vamos por la generación número 17, cada año hay dos generaciones de cinco meses cada una. Estoy desde que se creó el programa y la verdad es que me gusta mucho mi trabajo”, menciona en entrevista con Reporte Índigo.

En México, viven alrededor de 31 millones 952 mil 991 adultos mayores, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) actualizados al año 2010. Éstos son considerados un grupo vulnerable por el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred).

La UNAM, como parte de su responsabilidad social, capacita a los abuelos que sepan y les guste leer y escribir para la lectura en bibliotecas, hospitales, escuelas, casas de retiro y hasta reclusorios. Al mismo tiempo, este programa mejora su calidad de vida, aunque este no era su objetivo principal.

Pese a los esfuerzos de esta enciclopedia digital, el 87 por ciento de sus contribuidores sigue siendo hombres

“El programa se creó con una idea muy pequeña: era simplemente que los abuelos, que son los que se quedan la mayor parte del tiempo con los nietos porque los padres trabajan, los entretuvieran, en vez de prenderles la televisión, narrándoles historias. Desde la primera generación se vio que esto era muy limitado. Ellos salen con un proyecto cada uno o forman diferentes grupos que llevan a cabo lecturas en lugares públicos”, revela Rivera.

El curso-taller es gratuito; la única retribución que la UNAM pide son 60 horas de servicio social. Edna Rivera explica que los adultos cumplen con esta labor y además se reinscriben a las sedes Universum, Museo Universitario del Chopo y Centro Cultural Universitario Tlatelolco.

“En su mayoría cumplen las 60 horas y se siguen quedando; a veces se cambian de lugar, pero por lo regular siguen en activo porque aquí encuentran algo en donde son productivos otra vez. Aquí van a darse cuenta no solamente de que la lectura es muy divertida, además crean vínculos muy estrechos entre los participantes. Si bien es cierto que llegan sin conocerse unos a otros, ya cuando terminan son grandes amigos”, platica.

Abuelos lectores y cuentacuentos cuenta con un acervo de más de mil libros por sede y siete profesores especialistas en toda la gama de literatura. Alma Delia Leos Hidalgo, por ejemplo, se encarga de la colección en el Museo Universitario del Chopo.

17
generaciones ha tenido el programa

“Cada semana les prestamos diferentes libros seleccionados. Hay unos muy bonitos que están dedicados a las personas de la tercera edad y a aquellas que están sobre esta fase, muy sensibles para ellos; tenemos para todas las etapas lectoras y también publicaciones de formación para que vayan capacitándose. Yo, en particular, disfruto mucho ayudándoles, cualquier persona pensaría que qué hago aquí porque ya llevo varias generaciones, esta es la octava, pero estoy aprendiendo de ellos. Toda la experiencia que tienen los adultos mayores es muy útil”, menciona Alma Delia en entrevista con este medio.

Pasión por los libros

A los abuelos lectores no sólo los distingue su cabello blanco, sus lentes o el logotipo bordado en su vestimenta y en la bolsa donde cargan su material de lectura, también se reconocen por su pasión por los libros.

“Se dice que la gente no lee, pero a mí me ha sorprendido la cantidad de personas que se interesan por participar. En su mayoría, son retirados o que tienen trabajos con horario flexible y nunca faltan, siempre están atentos y cumplen con todas las clases, son muy formales y puntuales”, describe la coordinadora del programa.

40
personas integran cada grupo

Existen cerca de mil 500 adultos mayores graduados, entre ellos Marypaz Aparicio Anaya y Dora María Esquivel Jiménez.

Aparicio Anaya estudió Letras Inglesas en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, y hace cinco años egresó de Abuelos lectores y cuentacuentos.

“Mi vida cambió de forma radical, el programa me dio la oportunidad de leer como nunca, de volverme una lectora voraz con lecturas que a uno le apasionan y que uno elige. Nos dan en cada sede una biblioteca para llevarnos libros semanalmente, eso me hacía quererlos terminar para poder tener otros”, menciona en entrevista.

Marypaz asiste a capacitación en la biblioteca IBBY México y en el penal de Zumpango pone en práctica sus conocimientos con las mujeres en prisión.

“Les contábamos cuentos o lecturas y se han invertido los papeles. Entonces ellas pasan a contarnos a nosotros”, comenta la fanática del libro El pájaro del alma, de Mijal Snunit.

Por su parte, Esquivel Jiménez estudió en la Benemérita Escuela Nacional De Maestros. A sus casi 68 años de edad sigue dando clases como profesora y ha cursado el programa en dos sedes: el Centro Cultural Universitario Tlatelolco y, actualmente, en el Museo Universitario del Chopo.

“Estoy en este programa para aprender a enfrentarnos a una realidad constante que es el hecho de que a veces nos dicen que los abuelos ya no tienen nada que hacer. Yo no me hago a la idea de estar en mi casa, siempre busco qué hacer fuera y el trabajo con la lectura es algo que me ha apasionado toda la vida”
Dora María Esquivel JiménezAbuela lectora y cuentacuentos

También, asiste a capacitación en la biblioteca IBBY México y reconoce las enseñanzas de mediadores de lectura como Marimar Argüelles.

“Es una experiencia maravillosa, es muy contrastante llevar la lectura a niños, jóvenes, adultos e incluso bebés. Estos contrastes son lo que nos enfatizan mucho aquí en el curso, no solamente por los tipos de libros, sino por las diferentes motivaciones. Por ejemplo, mis nietos de 12, 11, cuatro y dos años son mis primeros jueces y me dicen si un libro va bien o mal, no porque me lo indiquen, sino porque yo veo sus reacciones”, expresa la fanática de la novela El maravilloso viaje de Nils Holgersson, de Selma Lagerlöf.

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