Inseparables, incondicionales, leales… así son los perros con los seres humanos y son características que describen a los mejores amigos que se pueden tener.
De hecho, los lazos que forman las personas con los canes van mucho más allá de la simple domesticación.
Y es que una investigación elaborada por expertos de la Universidad de Oxford determinó que el origen de la relación humano-perro comenzó en el este y oeste de Eurasia, partiendo de dos poblaciones de lobos.
Para el análisis, los investigadores hicieron una comparación con la información genética de fósiles y secuenciaron el genoma de un perro de hace 4 mil 800 años.
4,800
Estos restos fueron encontrados en Irlanda y fueron comparados con el ADN de 59 perros de hace 14 mil años y de perros modernos, de hace 2 mil 500 años. Es decir que los canes fueron domesticados en dos ocasiones.
Greger Larson, autor principal de este estudio que fue publicado en la reconocida revista científica Science, declaró que “los análisis genéticos y arqueológicos demuestran que es necesario reconsiderar el número de veces que los perros fueron domesticados de manera independiente. Tal vez la razón por la que aún no ha habido un consenso acerca de dónde fueron domesticados los perros por primera vez es porque todo el mundo ha tenido algo de razón”.
Lo más destacable de esta investigación es que en dicho proceso evolutivo y de domesticación se dio una de las relaciones entre especies más fuertes que hay.
Mejores cuates
El hombre y el can forman amistades “del alma” y la ciencia lo respalda (no solamente los amantes de estos animales).
Un estudio de la Universidad Azabu de Sagamihara, en Japón, indicó que estas mascotas nos quieren con un amor incondicional, ya que el afecto de perros y humanos se extiende a nivel hormonal porque se segrega oxitocina, conocida como la hormona del amor y que es la responsable de lazos sociológicos de las personas.
Muestras de cariño como un abrazo o un beso, las relaciones sexuales y el aprecio hacia los seres queridos son acciones que liberan esta hormona, tal como sucede cuando un humano le demuestra cariño a su mascota.
La relación y las muestras de afecto entre perros y humanos libera oxitocina, conocida como la hormona del amor
Los autores de este estudio subrayaron que “los hallazgos corroboran la existencia de un vínculo entre especies mediante la oxitocina y facilitado por el cruce de miradas”.
Y agregaron que esto explica cómo el perro es sumamente fiel y leal a su amigo humano. Y justifica la razón por la que los canes son excelentes terapeutas para las personas que padecen autismo y para ayudar a aquellas que tienen que lidiar con Trastorno por estrés postraumático (TEPT).
