Amores adúlteros y la seducción en riesgo

A una década de su publicación original, Beatriz Rivas y Federico Traeger reflexionan sobre Amores adúlteros, libro que se ha reeditado más de 20 veces y que sigue vigente entre los lectores contemporáneos. Los autores afirman que en la actualidad ha cambiado el romance y la interacción entre las personas, debido a las situaciones de acoso, por lo que es importante saber comunicar las emociones con respeto
Hidalgo Neira Hidalgo Neira Publicado el
Comparte esta nota

El amor puede ser ciego, voraz e incluso anónimo, así lo plasman dos escritores que hace poco más de una década incendiaron las librerías con su pasión en las letras que formaban su novela Amores adúlteros; fenómeno que todavía sucede en pleno 2020.

La dupla de Federico Traeger y Beatriz Rivas es única. Con el paso del tiempo han logrado lo que pocos, mantenerse en las estanterías con reedición tras reedición, así que ahora con su décimo aniversario, la pareja literaria reimprime el ejemplar candente con un prólogo de Federico Reyes Heroles. Están convencidos de que su texto puede ser tanto para nuevas generaciones, como para el público al que querían llegar.

“Este libro es para todos los lectores. El enamoramiento es posible, afortunadamente, a cualquier edad. Espero que esta versión de aniversario sea leída por muchos jóvenes que hace 10 años eran unos niños, que sea releída por gente que ya había leído el libro antes, que sea leída por cualquier persona que haya vivido una experiencia similar o que no se haya atrevido. Es un libro, básicamente, sobre amor y el amor nos interesa a todos”, precisa Rivas, en entrevista para Reporte Índigo.

Traeger, quien vive actualmente en Estados Unidos, recuerda el proceso creativo que tuvieron cuando hicieron Amores adúlteros por primera vez hace más de 10 años. Afirma que se atrevieron a ir en contra de lo preestablecido en cuanto a la estructura narrativa de una novela ordinaria.

“Partimos de un ejercicio literario que Bea me puso cuando acudí a un taller exprés para destrabar novelas, que ella impartía. Fuimos armando a los personajes (Él y Ella), por el puro placer de escribir sin cuestionarnos la historia. Escritura instintiva, intuitiva, traviesa y placentera, sin un plan ni una escaleta. En ese sentido, rompimos las reglas y por eso las páginas mantienen ese aire fresco, íntimo, lúdico y rebelde”, agrega el escritor.

Ambos coinciden en un punto, que actualmente el llevar la seducción de pareja en el inicio de una relación es complicado, porque es fácil caer en malas interpretaciones e incluso en el acoso, por lo que podrían peligrar el piropo, la sensualidad y el romance.

“Siento que ahora los hombres caminan sobre lugares muy riesgosos al tratar de acercarse a una mujer. Pero supongo que es un mal necesario por la urgencia, en este momento, de hacer conciencia sobre el acoso sexual y la violencia hacia las mujeres. Es hora de que el acoso y la violencia se vean como lo que son: delitos. Es hora de dejar atrás a la impunidad. Espero que pronto se llegue a un equilibrio y los hombres puedan volver a seducir sin sentir miedo a ser acusados. Pero que se quede en eso: en intentar seducir y si la respuesta es un ‘no’, que sepan detenerse”, afirma Rivas, vía correo electrónico.

Para el coescritor, el margen entre la ofensa y el halago es muy clara, por lo que el piropo puede ser aplicado, siempre y cuando sea de manera respetuosa, además de que cree que el uso de la tecnología facilita la interacción privada.

“Creo que la seducción es un arte entre poético y erótico. Entre halagar y ofender hay una línea tan clara como la que hay entre besar y morder o abrazar y ahorcar. El piropo es válido y apreciado siempre y cuando se diga oportuna y elegantemente. Por otro lado, la tecnología permite o facilita la intimidad entre dos personas”, expresa Traeger.

Amores adúlteros llega en su nueva reedición por editorial Alfaguara, la cual ya se encuentra disponible en librerías, con un nuevo apartado que es un “epilogo travieso” como dice Traeger, en el que él y Rivas invitan a que su historia tome un giro inesperado.

¿De qué hablamos cuando hablamos de amor?

Esta pregunta la formuló Raymond Carver en su historia corta homónima, publicada por primera vez en 1981. En la ficción, cuatro amigos en pareja discuten sobre cómo puede llegar a ser el amor: ríspido, tortuoso e inclusive violento. Ante el cuestionamiento que hizo el autor estadounidense, Rivas y Traeger contestan cada uno a su manera.

“Hablamos de reestrenar el mundo y sus maravillas. De sentirnos vibrar en complicidad. De sorprendernos ante las cosas más simples. De volver, aunque solo sea por un rato, al paraíso”, fantasea Traeger.

Por su parte, la autora se siente viva con la sola pregunta, contesta como una auténtica enamorada, pero no solo a un cariño de pareja, sino también hacia el querer personal y cómo este se transforma con el paso de la vida y el tiempo.

“De magia. De sentirnos vivos. De que nuestra energía se duplica. De sabernos queridos, deseados, acompañados. De lograr una feliz empatía. De ver la vida a través de otra mirada. De estrenar las ganas. También, de saber que el amor se transforma. De lealtad. De amistad. De sexo. De complicidad. De construir juntos”, opina Rivas.

Amores adulteros Del libro al teatro

Tanto a Rivas como a Traeger les encantaría que su obra fuera llevada al cine, pero por lo pronto, ya trabajan de cerca con un grupo de teatro, por lo que Amores adúlteros tomará los escenarios, probablemente, este 2020.

“Ya se ha escrito una primera versión del guión y la propuesta suena muy interesante. Me encantaría que también se llevara a la gran pantalla. Hay un par de directores que parecen estar interesados”, comparte Traeger.

También puedes leer: La novela negra es la novela épica de estos tiempos

Síguenos en Google News para estar al día
Salir de la versión móvil