Crear un anticonceptivo oral masculino es mucho más complicado de lo que fue crearlo para la mujer, pues en lugar de bloquear la producción de un solo óvulo, es necesario evitar que millones de espermatozoides puedan cumplir con su función.
Pero un nuevo método podría funcionar. En lugar de impedir la producción de espermatozoides, cosa con la que muchos hombres no se sentían cómodos, el fármaco bloqueará su transporte.
Estas células son producidas en los testículos y después permanecen en un tubo llamado epidídimo.
Cuando el hombre alcanza el orgasmo, ciertos músculos envían los espermatozoides a los vasos deferentes y de ahí a la uretra. Después son expulsados.
El bloqueo de la acción de estos músculos había sido efectivo para disminuir la fertilidad, pero sus resultados no eran suficientemente buenos. Solamente se acercaban al 50 por ciento de efectividad, lo que palidece contra el más de 90 por ciento de la píldora anticonceptiva femenina.
El nuevo estudio, realizado por científicos de la Universidad de Australia, eliminó los receptores que envían la señal de contraerse a los músculos.
Los resultados fueron mucho mejores: aunque los ratones con los que hicieron las pruebas seguían buscando a las hembras y apareándose con ellas, no se produjeron embarazos.
Además, los espermatozoides que los ratones producían eran normales y si lo usaban en inseminación artificial los resultados eran los esperados. La diferencia era la contracción en los vasos deferentes, que no empujaban el semen para enviarlo a la uretra.
Sin embargo, faltan años para que este remedio pueda ser probado en humanos. Hay dos problemas principales: los receptores inhibidos son importantes para la salud cardiovascular de hombre. Y ocasionalmente podría suceder que tuvieran orgasmos sin eyacular, lo que sería inusual para ellos.